El primer ejecutivo de la firma descartó que el cambio de Gobierno en el país influya en estos tipos de planes que, en el caso de Haya, condicionó a tres contratos de gestión de activos.

"Si se despejan estas incógnitas (sobre los contratos) y se dan las condiciones de mercado, el último trimestre del año o comienzos de 2019 podría ser un buen momento para salir a cotizar", indicó Abad durante su intervención en una jornada inmobiliaria organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

En cuanto a las cuestiones internas, explicó que el salto al parqué de Haya Real Estate depende de "lograr visibilidad" a tres factores. Se trata de la concreción de las negociaciones que mantiene sobre sus contratos con Sareb y con BBVA, toda vez que ya ha cerrado el correspondiente con Bankia y BMN.

En cuanto a Sareb, el contrato que este 'servicer' tiene con el 'banco malo' concluye a finales del próximo año y, según asegura, "desde hace más de un año" vienen ya hablando con la firma que preside Jaime Echegoyen sobre su renovación.

El primer ejecutivo de Haya descartó que una eventual no renovación de este contrato condicione su salida a Bolsa, al asegurar que Sareb es el cliente que menos proyección de continuidad a largo plazo tiene de entre toda su cartera (fundamentalmente integrada por bancos) "por la propia naturaleza" de la entidad, en referencia a que su objetivo es dar salida a activos inmobiliarios de los bancos.

Respecto a BBVA, la firma está a expensas de que se concrete si finalmente se hará con la gestión de los activos de la entidad que se transpasaron a una sociedad conjunta participada por el banco y Cerberus.

Haya Real Estate mantiene así sus planes de salir a cotizar a pesar de que en lo que va de año dos de las tres inmobiliarias que habían anunciado su salto al parqué, Testa Residencial y Azora, finalmente lo han pospuesto. La primera por la inestabilidad de los mercados y la segunda por la OPA que Blackstone ha lanzado sobre Hispania, uno de sus principales clientes.

PRIMER 'SERVICER' COTIZADO

De esta forma, la firma que dirige Abad se convertirá la primera de este tipo que saldría a cotizar en España y una de las primeras de Europa.

El 'servicer' de Cerberus no es una inmobiliaria, sino una compañía que gestiona y desarrolla activos inmobiliarios para terceros, en este caso, fundamentalmente aquellos que se adjudicaron entidades financieras durante la crisis.

Constituida en 2013, en la actualidad la firma gestiona créditos y activos inmobiliarios por valor de unos 40.000 millones de euros. Entre las entidades que le han confiado la gestión de estos activos figuran Cajamar, Liberbank, BBVA, Sareb o Bankia, entre otros.