En plena batalla por la presidencia de El Corte Inglés, sus consejeros delegados, Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo, tratan de tranquilizar a la plantilla e involucrarla en el proyecto de los grandes almacenes. Su primer gesto ha sido una carta enviada a sus trabajadores a través de la intranet en la que explican que hay un plan de trabajo “ambicioso e integrador” que parte de los compromisos tradicionales de la firma: “servicio al cliente, calidad, especialización, amplitud de surtido, innovación y garantía”.

La carta, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, señala que el consejo de administración ha aprobado las cuentas de 2017 por unanimidad, con crecimientos tanto en ventas como en resultados. Esas cifras se han logrado, destacan, "gracias al esfuerzo y el trabajo en equipo" de los 92.000 trabajadores de El Corte Inglés. Al mismo tiempo, los dos consejeros delegados recuerdan a sus empleados que forman parte de “uno de los grandes grupos empresariales del país, que cuenta con una imagen de marca sólida, reputada y creíble”.

Con la batalla por la presidencia aún abierta, y a la espera de que se convoque un consejo extraordinario para analizar si se cesa o no a Dimas Gimeno, ambos consejeros buscan unidad en sus filas: "El Corte Inglés somos todos, desde los miembros de la dirección hasta el último trabajador incorporado, algo que nos hace especialmente valiosos".

Precisamente, esa cohesión que reclaman es la que debe servir para hacer frente "a un futuro prometedor, lleno de retos alentadores y apasionantes". Al mismo tiempo, esa unidad debe contribuir a que los grandes almacenes sigan siendo "un referente en el comercio mundial", prosigue la carta. ¿Y cómo quieren lograr ese objetivo? Con un plan estratégico que, según explican en la misiva, ya ha sido presentado a los distintos niveles de la organización.

Unidad para afrontar desafíos

Este documento fija unas líneas básicas de actuación con las que quieren afrontar los desafíos que tienen por delante: "el comercio electrónico, la aparición continua de nuevos competidores y los cambios en los gustos y necesidades de los clientes".

Nuño de la Rosa y Del Pozo explican que el primer punto en el que se está trabajando consiste en poner a disposición de los clientes nuevas herramientas que permitan medir su grado de satisfacción. ¿La finalidad? Alcanzar la "excelencia" en la experiencia de compra.

Otra de las batallas en que El Corte Inglés está dispuesto a embarcarse para batir a sus rivales es ofrecer el mejor precio. Los consejeros delegados relatan cómo su compañía utiliza sistemas que comparan 600.000 referencias diarias para "garantizar" que los precios de venta sean “iguales o mejores” que los de la competencia.

El tercer punto de la estrategia de El Corte Inglés es la apuesta por las marcas. En el caso de las propias explican que deben ser "competitivas" para "generar diferenciación y fidelizar" a los clientes. Una clientela que, además, ve en los grandes almacenes "la casa de las marcas", tanto propias como externas. ¿Por qué? Pues porque los máximos responsables de los almacenes consideran que la "innovación y exclusividad" que representan esas firmas les permite lanzar "una oferta imbatible".

En la carta que han recibido los trabajadores el reto de Internet también está presente. Nuño de la Rosa y Del Pozo adelantan que preparan el lanzamiento de una aplicación "de entrega inmediata" y recuerdan que ya están en marcha los servicios Click&Collect y Click&Express. Pero avanzan que habrá más: “nuestro objetivo es entregar cualquier producto en cualquier lugar y en el momento que el cliente decida”, sentencian.

Los ejecutivos de El Corte Inglés dejan ver que son conscientes de que la batalla por el canal online será clave. Creen que su compañía “está muy avanzada” en temas de Internet, aunque consideran necesario avanzar aun más en “la integración” del canal físico con el digital en uno sólo para aprovechar la llamada omnicanalidad.

Las cuentas

Uno de los principales problemas que ha tenido El Corte Inglés en los últimos años es su balance. Su abultada deuda y la caída de las ventas eran motivo de preocupación para sus directivos, pero también para sus empleados. Sin embargo, en los últimos ejercicios la situación se ha revertido. Nuño de la Rosa y Del Pozo explican a sus trabajadores que los almacenes están "en el momento más sólido de los últimos ejercicios", y recuerdan que en febrero se alcanzaba un acuerdo de refinanciación de la deuda, algo que permite mirar al futuro con cierta tranquilidad.

La misiva enviada a los trabajadores también aborda otro tema, los Recursos Humanos. Se explica que se seguirá avanzando en la búsqueda de "nuevas medidas de conciliación e igualdad", y que se hará una apuesta por cursos de formación que permitan el reciclaje de los trabajadores.

Esta carta llega en un momento clave para el futuro del grupo tras el consejo de administración de la semana pasada. En él se dio luz verde a las cuentas de 2017, pero fue uno de los más tensos que se recuerdan en la compañía. Los reproches y acusaciones entre el presidente, Dimas Gimeno, y algunos de sus consejeros fueron constantes. Todo a raíz del enfrentamiento que hay entre las hermanas Álvarez y el propio Gimeno. 

En esa reunión del consejo se debatió sobre el plan de futuro presentado por Gimeno para sacar a Bolsa El Corte Inglés, pero su propuesta ni siquiera llegó a someterse a votación. La conversación sobre este asunto sirvió para que los miembros del consejo manifestaran sus discrepancias sobre si dar el salto al mercado es positivo, apuntan fuentes del consejo.

En lo que parece que sí están de acuerdo es en que ahora mismo no es el momento, ni por la coyuntura de las bolsas ni por la propia situación de la empresa. Una salida a Bolsa requiere de cierta paz accionarial, pero también de un track record de resultados positivos, desendeudamiento y niveles de ventas que en este momento El Corte Inglés no tiene, explican las mismas fuentes.

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