"Ocho semanas en el negocio han cimentado mi optimismo sobre las perspectivas a largo plazo de Dixons Carphone. He encontrado excepcionales fortalezas y, aunque hay mucho que arreglar, todo puede arreglarse", declaró Alex Baldock, quien asumió la dirección de la compañía hace dos meses.

Para el conjunto de su ejercicio 2017/18, que concluyó el pasado mes de abril, la compañía estima su beneficio antes de impuestos en 382 millones de libras (437 millones de euros), señalando que espera mantener su dividendo en 11,25 peniques por acción.