Esta iniciativa, en la que ha colaborado el despacho de abogados Pinsent Masons, pretende establecer un modelo de desarrollo de "startups" y empresas tecnológicas que garantice una "sana competencia", la convivencia y la cooperación de la industria financiera y bancaria española.

Además, la AEFI también ha habilitado un canal de "buena conducta" a través de su web para que los afectados, asociados o terceros comuniquen posibles malas prácticas de las asociadas, así como el incumplimiento de dicho código.

Desde la asociación han explicado que esta iniciativa reguladora del sector ha sido recibida con "muy buenos ojos" por los supervisores españoles, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o el Banco de España, a pesar de que no han participado en su aprobación al no ser de su "competencia" directa.

Para el presidente de la AEFI, Rodrigo García, esta herramienta "permite a las empresas dedicadas a la prestación de servicios de 'fintech' e 'insurtech' actuar de forma transparente".

Entre las obligaciones, las compañías se comprometen a no incurrir en prácticas de publicidad ilícita, así como ofrecer un servicio "sostenible, ético y responsable" para el consumidor mediante una evaluación previa de su perfil de riesgo.

De este modo, las compañías asociadas deberán adherirse a este código de buenas prácticas, que abarca a todas las personas integrantes de las mismas, como directivos, empleados o miembros de los órganos de administración.

No obstante, las "fintech" o "insurtech" que incumplan estas normas se enfrentarán a sanciones leves, graves o muy graves, cuya máxima penalización supone la expulsión de la compañía asociada.