La bajada de la actividad bancaria y el mal comportamiento de su filial Crédit Lyonnaise explican la caída del beneficio del banco, que registró un producto neto bancario, equivalente a la facturación, de 8.258 millones de euros, un 0,1% más.

El resultado bruto de explotación alcanzó los 2.556 millones de euros, un 7,7% menos que en el primer trimestre de 2017.

En lo que se refiere solo a la matriz, el beneficio fue de 856 millones de euros, un 1,2% más, mientras que el resultado de explotación creció un 2,5%, hasta 1.508 millones de euros.