Bruselas

En Bruselas han generado una enorme frustración las secuelas del escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen, el conocido como Dieselgate. Mientras que en Estados Unidos el fabricante alemán de coches se ha comprometido a indemnizar a los afectados con 25.000 millones de dólares (21.000 millones de euros), en Europa no ha aceptado un mecanismo de compensaciones similar. Una diferencia de trato que el Ejecutivo comunitario considera inaceptable y atribuye a la falta en la UE de un sistema robusto de demandas colectivas como el que existe en la legislación norteamericana.

Para colmar este vacío, la Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta legislativa cuyo objetivo es facilitar a los consumidores la presentación de demandas colectivas en busca de compensación contra las empresas que vulneren sus derechos. Un nuevo mecanismo que si se aprueba allanará el camino para recuperar el camino en casos como el de las cláusulas suelo en España. Un abuso que afectó a alrededor de 2,5 millones de titulares de hipotecas, también de otros Estados miembros, por un importe estimado entre 3.000 y 5.000 millones de euros.

Contra las cláusulas suelo ya se presentaron una serie de demandas colectivas, que ya están previstas en la legislación española que transpone la directiva de la UE sobre medidas cautelares de protección de los derechos de los consumidores. Sin embargo, tras las decisiones del Tribunal Supremo y del Tribunal de Justicia de Luxemburgo que declaran nulas y vacías estas cláusulas, los afectados han tenido que presentar demandas individuales para que se les devuelva lo cobrado de más sin intereses.

Con la propuesta de Bruselas, los consumidores podrían presentar una demanda colectiva no sólo para declarar nulas este tipo de cláusulas, sino para obtener compensación. Ello sería posible mediante una acción grupal única, sin necesidad de que cada cliente tenga que litigar por su cuenta. Ello conduciría según Bruselas a una mayor eficacia procesal que ahorraría tiempo y dinero a las autoridades y partes afectadas. 

Salvaguardas para evitar abusos

El plan de la Comisión cubre todos los mercados de consumo importantes, como servicios financieros, transporte, energía, telecomunicaciones, sanidad o medioambiente. Además, facilita las actuaciones transfronterizas en casos como el de Volkswagen: las entidades que representen a los consumidores de diferentes Estados miembros podrán unir fuerzas en una demanda colectiva conjunta.

No obstante, Bruselas quiere marcar distancias con el sistema estadounidense de demandas colectivas y evitar que este tipo de litigación se convierta en un negocio. Así, el mecanismo europeo no estará abierto a los despachos de abogados: sólo organizaciones de consumidores o entidades públicas independientes podrán lanzar una demanda colectiva. Estos organismos deberán además declarar el origen de los fondos que utilicen para su actividad con el fin de evitar conflictos de interés.

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