La nueva sociedad de riesgo compartido se dedicará al desarrollo y la comercialización de una solución basada en tecnología blockchain destinada a proporcionar métodos más eficientes y seguros para el manejo del comercio global.

El Ejecutivo comunitario ha concluido que la operación no plantea problemas sobre la competencia en el mercado único dado el "limitado" solapamiento entre la actividad de la nueva empresa y la de los grupos que la crearán.

La transacción ha sido examinada por los servicios de competencia de Bruselas a través del procedimiento simplificado de supervisión, que se reserva a los casos menos problemáticos.