Aunque el mercado inmobiliario está disfrutando de un notable repunte tras una crisis de una década, los bancos siguen apresurándose a descargar sus carteras inmobiliarias fallidas y a menudo ofrecen descuentos de alrededor del 60 por ciento respecto al valor nominal de las mismas.

Sabadell quiere vender más de 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos hasta 2020, después de haberlos recortado en 3.400 millones de euros en 2017 hasta los 15.200 millones.

Una de las operaciones es para la venta de una cartera de préstamos fallidos inmobilarios por unos 900 millones de euros y está a punto de acordarse, mientras que las negociaciones para la venta de otra cartera de 2.400 millones de euros compuesta por activos adjudicados y otros activos inmobiliarios se encuentran en una fase más temprana.

La consultora KPMG está actuando de asesor en ambas operaciones.

Sabadell y KPMG declinaron comentar la información, adelantada por el medio digital Vozpópuli.