Se trata de la mayor obra de infraestructura de transporte que Quebec acomete en al menos cincuenta años, con la que el grupo que preside Florentino Pérez refuerza la destacada presencia con que cuenta en Norteamérica, actual primer mercado de la compañía por ingresos.

De hecho, ACS logra este proyecto apenas quince días después de hacerse también con el tren sin conductor que transportará viajeros por el aeropuerto de Los Ángeles, uno de los mayores de Estados Unidos, por 1.570 millones.

El contrato conseguido ahora consiste en construir el que será el cuarto sistema de transporte automático de pasajeros del mundo tras los instalados en Singapur, Dubai y Vancouver.

En el caso de Montreal, el tren automático conectará la ciudad con los barrios periféricos de Rive Sud, Sainte-Anne-de-Bellevue y Deux Montagnes.

Para ello, se construirá una línea ferroviaria de 67 kilómetros de longitud y 25 estaciones. Se da además la circunstancia de que parte del trazado (18 kilómetros) discurrirá sobre una estructura elevada, otra parte (5 kilómetros) en túnel y el resto, a nivel de suelo. De igual forma, en el caso de las estaciones, ocho de ellas serán elevadas y otras tres subterráneas.

El proyecto también abarca la remodelación de la Gare Central de la ciudad con el fin de instalar andenes exclusivos para este nuevo servicio de Cercanías.

Además, el consorcio que lidera ACS, junto con la ejecución de toda la red del sistema ferroviario automático y sus sistemas y equipos asociados, se encargará también de construir las terminales de autobús que conecten con el tren y aparcamientos disuasorios.

Una vez que en 2031 esté en servicio, el nuevo sistema de tren automático transportará a unos 45 millones de viajeros al año, según las estimaciones de Caisse de Dépôt et de Placement de Quebec (CDPQ), entidad promotor del proyecto.

ACS se ha hecho con este nuevo 'macro contrato' a través de un consorcio en el que tiene un porcentaje del 24% su filial Dragados Canadá, y que completan las firmas locales SNC Lavalin, Aecon, Pomerleau y EBC.

CRECIMIENTO PENDIENTE DE LA OPA

La compañía refuerza de esta forma la cartera de proyectos de concesiones con que cuenta en Norteamérica, que hasta ahora sumaba 17 contratos en desarrollo por un importe inversor total de 17.000 millones de euros. De ellos, siete están en Estados Unidos y otros en Canadá. La empresa confía en seguir añadiendo otros nuevos, dado que actualmente asegura estar compitiendo por otra media docena que suman 5.000 millones de euros.

ACS engrosa su cartera internacional mientras en España está pendiente de la 'batalla' de OPAs que libra con la italiana Atlantia para hacerse con el control de Abertis y conformar uno de los mayores grupos de construcción y explotación de infraestructuras del mundo.

De hecho, el proyecto industrial que ACS tiene para el caso de lograr integrar Abertis pasa por competir por un listado de todo tipo de proyectos internacionales que tiene identificados que suman un monto inversor de 200.000 millones de euros.