La cifra de negocio neta del fabricante cervecero se situó en 61.808 millones de dólares (8.304 millones de euros), un 1,3% menos que los ingresos logrados en 2016. Las ventas se vieron afectadas fundamentalmente por Rusia, que representa una quinta parte del total, tras las recientes restricciones impuestas al consumo de alcohol en el país.

En este sentido, Carlsberg indicó que el volumen de cerveza creció en todos los negocios en el ejercicio precedente a excepción de en Rusia, donde los volúmenes cayeron un 14%.

Con todo, el consejo de supervisión decidió elevar el pago de dividendos a los accionistas gracias a la reducción del apalancamiento financiero, hasta las 16 coronas suecas por acción (2,14 euros), frente a las 10 coronas suecas del año anterior (1,34 euros), lo que implica un incremento del 60%.

"Hemos logrado un sólido conjunto de resultados para 2017, impulsado por la disciplinada ejecución del programa de eficiencia, que creemos que generará alrededor de 2.300 millones de coronas danesas (309 millones de euros), muy por encima de nuestras expectativas iniciales de 1.500 millones de coronas danesas (201 millones de euros)", indicó el consejero delegado de Carlsberg, Cees 't Hart.

"Durante el año, hemos invertido 500 millones de coronas suecas (67 millones de euros) en nuestras prioridades estratégicas de crecimiento, lo que debería conducir a un crecimiento superior y económico saludable y sostenible en el futuro", concluyó.