"En 2017 registramos el primer beneficio antes de impuestos en tres años, a pesar del difícil entorno de mercado, los bajos tipos de interés y las inversiones en tecnología y controles", declaró John Cryan, consejero delegado de la entidad, señalando que "solo un cargo relacionado con la reforma tributaria de EEUU supuso que tuviéramos pérdidas anuales después de impuestos".

De hecho, al ajustar el impacto relacionado con la reevaluación de los créditos fiscales de Deutsche Bank, la entidad germana habría logrado un beneficio neto anual de 900 millones de euros.

En el cuarto trimestre, Deutsche Bank registró pérdidas de 2.186 millones de euros, incrementando así un 15,6% los 'números rojos' de 1.891 millones del mismo periodo de 2016, mientras que su cifra de negocio retrocedió un 19,2%, hasta 5.710 millones.

"Creemos firmemente que estamos en la senda de lograr crecimiento y mayores retornos con una disciplina sostenida en costes y riesgos", dijo Cryan. "Hemos hecho progresos, pero aún no estamos satisfechos con nuestros resultados", añadió.