Ocho años después de asumir el papel de primer ejecutiva de Bankinter, Dolores Dancausa ha vuelto a rendir cuentas. Y otra vez lo hace ofreciendo unas métricas envidiables, con unos beneficios que rozan los 500 millones de euros, elevando la rentabilidad al 12,6% y reduciendo la ratio de eficiencia al 46,8%.

Buenos datos, pero no suficientes para la ambiciosa burgalesa, de 58 años, que quiere más. Como alcanzar, de aquí a 2020, una rentabilidad sobre recursos propios del 15%, lo que supondría incrementar este retorno al capital un 19% tras haberlo triplicado en el último lustro. También pretende reducir significativamente la ratio de eficiencia, desde el actual 46,8% al 42% manejado si, como esperan en la entidad, el comportamiento de BK Portugal prosigue por la senda de crecimiento en la que se ha instalado.

Con estos resultados sobre la mesa, Dancausa no se cortaba el pelo, en la presentación ante los medios de las cuentas, en respaldar a pies juntillas la dimensión del banco -pequeña o grande, según se mire- como ejemplo de una cultura empresarial uniforme, a diferencia de esa estrategia de “amalgamar” entidades de lo más dispersas que llevan a cabo otros bancos. También se congratulaba de que en Bankinter los despidos fueran casi inexistentes. No como sucede en otras operaciones societarias en las que las salidas de personal resultan masivas.

Grifols comenzaba el año 2018 con el reto de reestructurar su deuda de casi 6.000 millones de euros y mantener su expansión internacional para consolidarse como una de las primeras firmas del mundo en el sector de los hemoderivados. Y siempre bajo la atenta supervisión de Víctor Grifols, patriarca de la empresa familiar, que este año ha asumido como presidente no ejecutivo.

Entre sus tareas se encuentra integrar en su estructura la unidad de diagnóstico de la estadounidense Hologic y la compra del 49% de la norteamericana Access Biologicals y la reciente adquisición del 51% de MedKeeper Estas operaciones encajan en el plan industrial para los próximos años de la compañía en el área de diagnóstico, gracias al que quieren dar el salto definitivo durante este año.

Presidida por Víctor Grifols, es además uno de los principales inversores españoles en Estados Unidos, tras comprar la empresa local Talecris por 2.800 millones de euros en 2010 y pagar 1.750 millones por la división de diagnóstico de transfusiones de Hologic.