El grupo ACS y su filial alemana Hochtief han ganado el contrato para la construcción y gestión, durante 25 años, de un tren sin conductor que interconectará a los viajeros entre las cuatro terminales del aeropuerto de Los Ángeles, su aparcamiento y la parada de tren ligero. Esta línea elevada, de entre 15 y 20 metros de altura y 3,6 kilómetros, es un macroproyecto valorado en 1.950 millones de dólares (1.570 millones de euros), según informó el grupo.

El proyecto, que entrará en funcionamiento en 2023, refuerza la presencia de la compañía en Estados Unidos y consolida a la constructora como líder entre los grupos españoles que compiten con un mercado en crecimiento.

ACS y Hochtief cuentan con un 36% en el consorcio que ha ganado el proyecto, en el que también participa la canadiense Bombardier, que suministrará los 44 trenes sin conductor, muy parecidos a los que unen la T-4 con su satélite. En este grupo participan ACS (Iridium),  su filial Dragados USA, Hochtief PPP Solutions, su filial Flatiron, Fluor, Balfour Beatty y Bombardier.

Un tren automático con seis paradas

El proyecto ferroviario es una colaboración público-privada que incluye el diseño, financiación, construcción y operación del tren, que mejorará el acceso al segundo mayor aeropuerto de EEUU y que contará con seis paradas y con vías en las que podrán viajar al mismo tiempo hasta nueve trenes.

Ganar este proyecto era importante para la constructora, que lo había identificado como uno de los proyectos claves para 2018-2021 y pone de manifiesto su posición privilegiada dentro del modelo de colaboración público-privada. La compañía participa también en el nuevo tren de alta velocidad entre Los Ángeles y San Francisco y en la ampliación del aeropuerto internacional de Denver, a través de sus filiales Flatiron y Turner.

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