"Popular era un banco vulnerable, con una exposición muy amplia al sector inmobiliario, adquirida en el último momento del ciclo alcista, además", ha apuntado durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera en España y el programa de asistencia financiera, que este miércoles celebra su última sesión del año y que se retomará el 9 de enero.

En su opinión, Popular, aunque "no estaba de superar" el umbral de capital regulatorio en el escenario extremo en el ejercicio de estrés de Oliver Wyman, fue capaz de ir al mercado y cubrir sus necesidades, ya que consiguió ampliar capital en 2.500 millones de euros en mayo de 2016.

A pesar de ello, el Banco de España siguió "presionando" a la entidad para que dedicara sus beneficios a dotar provisiones. "Popular, desde el comienzo de la crisis, provisiona unos 30.000 millones de euros, el 10% de todo el sistema, cuando su cuota de mercado estaba en el 5% o 6%", ha explicado.

"Como, a pesar de todo, Popular, aunque cumplía los principios contables y no hubo salvedad, se consideraba que el ratio de cobertura no era adecuado, siguió la presión por parte del supervisor, el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) para que siguiera provisionando", ha apuntado.