La exigencia del regulador para el Santander es de una ratio de capital de máxima calidad o Tier 1 del 8,655 % a nivel consolidado o del 7,875 % a nivel individual, inferiores a los que el banco reportó a finales de septiembre del 12,18 % y del 18,01 %, respectivamente.

Igualmente, la ratio de capital total en términos actuales o "phased-in" a nivel consolidado de la entidad al cierre de septiembre fue del 14,89 %, frente al 12,155 % exigido por el BCE, mientras que a nivel individual la ratio sobre el capital total del banco ascendió al 21,75 %, frente al 11,375 % del BCE.

Respecto al adelanto de los requerimientos de la futura normativa Basilea III o "fully loaded", los requerimientos consolidados del BCE para la entidad que preside Ana Botín son de 9,53 % y del 13,03 % de capital total, que contrastan con las ratios de capital "fully loaded" del Santander a 30 de septiembre de 2017, que ascendían al 10,80 % y el 14,38 %, respectivamente.