El resultado de las negociaciones está abierto y no es seguro que se vaya a ejecutar la transacción.

Las actividades de petróleo y gas de BASF están en su filial Wintershall, que se dedica a la exploración y producción en regiones con mucho crudo y gas en Europa, el norte de África, Rusia y América del Sur, así como Oriente Medio.

Junto con la rusa Gazprom, Wintershall también se dedica al transporte de gas natural en Europa.

El segmento de petróleo y gas de BASF facturó el año pasado 2.800 millones de euros y tuvo un beneficio operativo de 500 millones de euros.

DEA, que es propiedad del multimillonario ruso Michail Fridman y tiene su sede en Hamburgo, fue anteriormente propiedad de la empresa alemana de suministro de energía RWE.

Las acciones de BASF subían hoy un 2,9 %, hasta 95,04 euros, media hora antes del cierre de la negociación en Fráncfort.

RWE acordó a comienzos de 2015 la venta de DEA, que era su filial de exploración y extracción de petróleo y gas, por 5.000 millones de euros al oligarca ruso Fridman, que controla el consorcio LetterOne-Gruppe.