El grupo de concesiones enmarca la operación en su continua estrategia de reducción de deuda y optimización del pasivo, para abaratar su coste y alargar los plazos de amortización.

En el caso de su filial italiana, asegura que la operación permitirá a la concesionaria de las vías, en la que controla el 83,5% del capital, "reducir su deuda y su riesgo de refinanciación".

Con este fin, la concesionaria ha lanzado una oferta de recompra de bonos por un importe de hasta 200 millones a los titulares la emisión, que asciende a un total de 600 millones.

En Italia, Abertis tiene desde el pasado año dos autopistas, que suman 235 kilómetros de longitud. Se trata de la A-4 Brescia-Pádua y la A-31 Piovene Rocchette-Badia Polesine.

Con su adquisición, el grupo de concesiones volvió al país del de que procede la OPA lanzada sobre el 100% de su capital, la de Atlantia, que actualmente sigue pendiente de autorización por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).