La filial española de Google ha multiplicado por tres los impuestos pagados a la Agencia Tributaria durante el pasado ejercicio. La compañía ha elevado el Impuesto de Sociedades por encima de los 6 millones de euros. ¿La razón? El fuerte incremento de los ingresos tras revisar los precios que cobra por servicios a la sociedad Irlandesa.

Google Spain SL cerró el año con unos ingresos de 92 millones de euros, frente a los 66,6 millones de un año antes. "El aumento es atribuible a una mayor demanda de los servicios de la Compañía y a una estructura de precios revisada", apunta en la memoria.

Un 38% más de negocio

De los 92 millones de euros de ingresos, 89 millones correspondieron a lo pagado por Google Ireland, su matriz irlandesa, por los servicios de marketing y soporte. ¿El resto? Son 2,3 millones de euros cobrados a la matriz estadounidense  por "servicios de Investigación y Desarrollo" -esta cifra es ligeramente inferior a la del año anterior-.

Con estas cifras, y una estructura de costes donde sólo los gastos de personal se elevan de manera considerable (de 29,9 a 34,7 millones), la filial pasó de 7,5 a 26 millones de euros los beneficios antes de impuestos por su actividad.

Evolución del negocio de Google España. EE

Tras pasar por caja en Hacienda, la filial española multiplicó casi por cuatro sus beneficios netos: de los 5,3 millones de euros de un año antes a 19,4 millones de 2016.

Otras cifras de la compañía

Más allá de los grandes números, las cuentas contienen otros guarismos sobre la actividad de Google en España. Durante el 2016 redujo en 300.000 euros el alquiler de sus oficinas en la céntrica Torre Picasso de Madrid hasta colocar ese gasto en 2,1 millones.

Por otra parte, la sociedad multiplicaba por casi 9 el dinero en efectivo (y otros activos que podían hacerse líquidos de manera inmediata) hasta rozar los 11 millones de euros.

Una cantidad muy inferior a su negocio real

Estas cifras de negocio son muy inferiores a las reales de Google en España. La filial no factura de manera directa, sino que lo hace la matriz irlandesa. ¿Cuáles son los ingresos reales? No hay manera de averiguarlo.

Según el último informe de publicidad digital de la IAB, el ingreso anual del sector ascendió a 1.526 millones de euros durante ese ejercicio 2016. Casi la mitad -783 millones de euros- corresponden a los anuncios insertados en búsquedas, un segmento copado casi por completo por Google. A esto hay que añadir una buena parte del pastel del segmento del display (banners) y vídeo que sumaron otros 742 millones.

Inspección de la Agencia Tributaria

En dicha memoria, recién presentada en el Registro Mercantil, no hace mención alguna a la investigación que inició la Agencia Tributaria durante ese ejercicio. Sólo se limita a asegurar que tiene "bajo inspección actualmente" los ejercicios de IVA entre 2012 y 2014 y los del Impuesto de Sociedades entre 2011 y 2014.

Los impuestos de Google. EE

La Agencia Tributaria realizó en junio del año pasado una inspección de las oficinas de Google en España. Llegó tres años después de que la compañía se pusiera al día con Hacienda tras pagar 1,9 millones de euros por una regularización en 2013.

La estructura fiscal de Google en España

La filial sigue prestando servicios de marketing y demostración de productos tanto a la sociedad con sede en Irlanda (Google Ireland) como la matriz en Estados Unidos.

Es lo que se conoce como el café ‘doble irlandés’. Se trata de una estructura fiscal por la que la mayor parte del negocio se desvía hacia Irlanda, con un impuesto de sociedades un tercio inferior al español, y, en última instancia, a un paraíso fiscal.

La agencia estadounidense Bloomberg desveló en 2010 la estructura fiscal de la empresa del buscador. En los tres ejercicios anteriores a ese año, la compañía había dejado de pagar en Estados Unidos la nada desdeñable cifra de 3.100 millones de dólares. Su compleja estructura le permitía reducir un 2,5% la tasa de impuestos pagada más allá de las fronteras estadounidenses.

Esta estructura es similar a la de otras compañías tecnológicas como su máximo competidor hoy en el sector de la publicidad digital, Facebook, y otros gigantes como Microsoft o la propia Apple.