La Comisión Estatal de Supervisión y Administración de Activos dio el aprobado a esta fusión, aunque no dio más detalles sobre esta operación, que se produce en el marco de una profunda reforma gubernamental de las empresas estatales.

China vive inmersa en una reforma de las gigantescas empresas de propiedad estatal, que dominan desde la banca a la energía y que son vistas como ineficientes e incluso deficitarias.

Incentivar para que se produzcan fusiones o para que entre capital privado es parte de este plan que forma parte de la agenda del Gobierno chino desde 2013, aunque se está implementando más lento de lo prometido.

Hace un mes, el Gobierno chino fijó un plazo para liberalizar las principales empresas estatales, ante las numerosas peticiones locales e internacionales para que se acelere este proceso.

El plazo fijado por el Gobierno, una decisión inusual en este ámbito, se produjo en medio de los insistentes reclamos para acelerar las reformas, expresados tanto por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) como por grupos empresariales que operan en el país.