El presidente de EEUU, Donald Trump, ha arremetido directamente contra el gigante global de la distribución Amazon en el marco de su conflicto, ya enquistado, con su dueño Jeff Bezos, que a su vez es el propietario del Washington Post, uno de los diarios que investiga con más recursos las actividades del millonario neoyorquino.

En uno de sus frecuentes tuits, Trump afirma que Amazon "está haciendo mucho daño a las compañías de distribución que pagan impuestos". Pero va más allá, y afirma que "pueblos, ciudades y estados por todo EEUU están siendo perjudicados". "¡Se están perdiendo muchos empleos!", lamenta el mandatario.

El pasado 25 de julio, Trump ya arremetió contra Amazon y el Washington Post, a quien considera, básicamente, la misma cosa. “El Amazon Washington Post (sic) se inventó los hechos sobre cómo acabé con los masivos, peligrosos e inútiles pagos a los rebeldes serios en la lucha contra Assad”, afirmó entonces. “Hay tantas historias sobre mí en el Washington Post que son ‘fake news’. Son tan malos como la CNN, con sus problemas de audiencia. ¿Son lobistas a favor de Amazon y los impuestos?”, señalaba después. “¿Está siendo utilizado el Washington Post de las ‘fake news’ como un arma de lobi contra el Congreso para evitar que los políticos estudien el monopolio sin impuestos de Amazon?”, concluía.

El 28 de junio, Trump ya había hecho declaraciones al respecto, al afirmar: "El #AmazonWashingtonPost, a veces conocido como el guardián de Amazon, que no paga impuestos de internet, es FAKE NEWS". 

El presidente de EEUU fue entonces criticado por cosas como hablar de un "impuesto de internet" inexistente o por su costumbre de hablar como si fuesen del mismo grupo, en lugar de ser dos compañías distintas que comparten a su principal accionista. 

Pero las cosas vienen de más lejos aún. En mayo de 2016, el entonces candidato ya hablaba de Amazon, Bezos, impuestos, lobi y el Washington Post, y en diciembre emprendieron una guerra dialéctica en la que Trump aseguraba que la participación en un Washington Post en pérdidas servía a Bezos para compensar sus beneficios en Amazon, a lo que el dueño de Amazon respondió bromeando con enviarle al espacio.

¿Amazon no paga impuestos en EEUU?

En sus primeros años, Amazon fue muy criticada por no recaudar el equivalente al IVA, lo que le daba ventaja frente a sus rivales. Se aprovechaba de una decisión del Supremo según la cuál los estados sólo pueden obligar a las cadenas de distribución a recaudar impuestos si tienen una presencia física.

Sin embargo, Amazon ha ido cambiando su política y la compañía recauda el equivalente al IVA en todos los estados que lo aplican (y no son todos). La compañía, de hecho, ha apoyado varias leyes que exigen a los distribuidores online a hacer lo que ya hacen ellos. Estas leyes se han quedado estancadas en el Congreso a pesar de que contaban con apoyo de ambos partidos.

En Europa la guerra es otra, ya que Amazon, como casi todas las grandes tecnológicas del continente, paga el grueso del impuesto de sociedades en un país con mejores condiciones (en este caso Luxemburgo) y menos de un millón de euros queda en España, si bien el IVA sí se liquida en nuestro país.

¿Y qué pasa con el empleo?

Aquí Trump tiene, al menos, un tema de discusión vigente. Si bien, no todo el mundo lo tiene tan claro como el presidente de EEUU. el responsable de estrategia económica del Instituto de Política Progresiva de Washington aseguraba recientemente al Boston Globe que el comercio electrónico crea más puestos de trabajos de los que se están perdiendo en los distribuidores tradicionales.

Según su análisis, contando con los centros logísticos, las compañías de comercio electrónico han creado más de 400.000 puestos de trabajo en la última década, mientras que los distribuidores tradicionales a pie de calle perdieron 140.000 puestos de trabajo en el mismo periodo. Además, los trabajadores en almacenes logísticos en EEUU ganan un 31% más de media, y muchos de estos puestos son de jornada completa.

En España, las grandes compañías de distribución como El Corte Inglés, Mercadona, Carrefour y demás, se han tomado el mundo del comercio electrónico como una actividad complementaria y han dedicado muchos esfuerzos y empleos a llevarla a cabo con éxito.

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