El objetivo del plan es contribuir a que se vuelvan a reducir los accidentes de tráfico y sus víctimas, además de mejorar las infraestructuras e incentivar la inversión en construcción, actualmente en mínimos históricos.

En opinión de los promotores del estudio, la patronal de grandes constructoras Seopan y la Asociación Española de la Carretera (AEC), el hecho de haya vuelto a incrementarse el número de víctimas de accidentes de tráfico anuales "podría indicar que el efecto de las medidas disuasorias y campañas informativas podrían estar tocando techo".

De su lado, el estudio calcula que la inversión que propone en mejorar la infraestructura permitiría evitar 69 accidentes mortales de tráfico y 212 heridos graves sólo en un periodo de tres años (23 fallecidos y setenta heridos anuales).

Además, generaría un ahorro de 143,8 millones de euros en los gastos sociales que llevan aparejada la siniestralidad vial y las víctimas de accidentes de tráfico.

De la inversión total, 420 millones sería a portada por el Estado, a razón de unos 100 millones de euros al año, según contempla la propuesta, presentada en los Cursos de Verano de la UIMP de Santander. "No parece una cifra desproporcionada, es razonable", indicó el director general de la AEC, Jacobo Díaz.

El plan parte del hecho de que las carreteras convencionales constituyen el 90% del total de la red viaria del país, registran el 40% del tráfico y el 78% del total de accidentes mortales de tráfico.

"Esta es la red a la que tenemos que prestar máxima atención", según el directivo de la AEC, quien asegura que existen "soluciones reales en el ámbito de las infraestructuras para evitar los accidentes y fallecimientos que tienen su origen en, por ejemplo, salidas de vía o accidentes frontales y fronto-laterales".

TRAMOS ESPECIALMENTE PELIGRSOS.

Según el estudio, del total de 1.121 kilómetros de tramos de carreteras convencionales que estiman presentan una mayor tasa de siniestralidad y que proponen reparar, 887 kilómetros son "especialmente peligrosos".

Estos trazados se reparten en 24 carreteras a su paso por las comunidades de País Vasco, Asturias, Galicia, Cantabria, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Murcia y Andalucía.

Las comunidades que más kilómetros de vías convencionales de "especial peligrosidad" acumulan son la Valencia, con 176 kilómetros de carreteras de este tipo, seguida de Andalucía (148 kilómetros), y Madrid (114 kilómetros).

TRES TIPOS DE OBRAS

Para revertir esta situación, Seopan y la Asociación de la Carretera proponen acometer tres tipos de obras. Una de ellas consiste en implantar un tercer carril en tramos con riesgos de colisiones frontales, que según el estudio, son doce tramos de diez carreteras (114 kilómetros).

Se trata de una medida abordara "con éxito" en Alemania, Finlandia, Suecia y Cataluña, según el presidente de Seopan, Julián Núñez, "donde el ratio de accidentalidad se ha reducido entre el 22% y el 55%, respectivamente".

Otra de las soluciones, analizada para 19 tramos de trece carreteras (120 kilómetros), sería realizar trabajos para evitar salidas de vía, como son mejoras en la adherencia, la construcción de zonas de seguridad en los márgenes de la vía o suavizar pendientes y taludes laterales.

La tercera medida pasa por acometer todo tipo de mejoras en los referidos 887 kilómetros considerados de especial peligrosidad, entre las que recomiendan instalar bandas sonoras, limitar los adelantamientos o instalar señalización inteligente en cruces peligrosos. Además, proponen medidas de mayor envergadura como construir circunvalaciones de algunas poblaciones.

El directivo de la AEC estima que en España se ha acometido una "muy buena labor" en cuanto a controles de la velocidad, en transmitir la incompatibilidad de la conducción y el alcohol son "incompatibles", y en concienciar sobre el uso del cinturón.

"Este gran trabajo ha permito el significativo descenso de víctimas respecto en últimos años", asegura, si bien aboga por seguir trabajando en infraestructuras, "hay que tener una buena red de carreteras", porque "en un 40% de la red hay menos condiciones de seguridad y ahí es donde hay que poner el foco".