Brufau y Morales hicieron el anuncio en una conferencia de prensa en la ciudad de Santa Cruz (este), a donde el titular de Repsol acudió para reunirse con el mandatario boliviano y el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.

Según informaron a Efe fuentes de comunicación de Repsol Bolivia, la actividad operativa del nuevo bloque estará a cargo de la empresa petrolera, en un consorcio formado por la estatal YPFB Andina (60 %), Repsol, la anglo-holandesa Shell y la anglo-argentina PAE (40 % entre las tres).

La presencia de Repsol en este consorcio es mayor que la de sus socios privados porque tiene una participación de casi la mitad de las acciones de YPFB Andina, de propiedad estatal.

Brufau se refirió a las inversiones en curso en el campo Margarita-Huacaya, donde el consorcio Caipipendi (Repsol, Shell y PAE) ya anunció el año pasado una inversión de 500 millones de dólares como parte de un acuerdo para ampliar la concesión de operación por quince años más, hasta 2046.

"Visualizamos en Margarita una inversión de 500 millones de dólares sólo en la producción actual", manifestó hoy el presidente de Repsol y añadió: "Con la nueva exploración que justifica la extensión de la concesión estamos hablando de una inversión mínima de 350 o de 500 millones", dependiendo de "si es una exploración con éxito".

Brufau explicó que estas inversiones son necesarias para poder mantener la producción actual de Bolivia, ya que "la geología es muy caprichosa y a lo largo de los tiempos cada vez se produce un poco menos".

Hace dos semanas, el Gobierno boliviano anunció que el consorcio Caipipendi completó la perforación de un pozo de gas en el departamento de Chuquisaca (sureste), el denominado Huacaya 2, con un caudal estimado de 3 millones de metros cúbicos diarios (Mmcd).

Después de esa obra, el consorcio anunció la perforación del pozo de Boyuy y que unos buenos resultados allí adelantarían el comienzo de los trabajos en Iñiguazu, que prácticamente colinda con la zona que ya se explota y se ubica en el sur, muy cerca de la frontera con Argentina.

Brufau expresó su convencimiento de que el proyecto será exitoso y que cuando se desarrolle "con todo su máximo potencial", la inversión podría rondar los 1.000 millones de dólares.

No obstante, el máximo responsable de la petrolera precisó que no se pueden tomar esas cifras como un compromiso hasta comprobar que los resultados de exploración son los esperados.

El presiente Morales aseguró que el mercado para el gas boliviano "está garantizado" y dijo que parte de la producción se destinará a generar energía termoeléctrica.

En tono distendido, Morales y Brufau bromearon sobre la nacionalización de los hidrocarburos decretada por el Gobierno boliviano en 2006 y el ejecutivo español recordó que su primera visita al país fue precisamente tras la emisión de aquel decreto.

En este sentido, Morales valoró "el acompañamiento" de las empresas internacionales "para acelerar algunas inversiones" y aseguró que "cualquier empresa internacional que acompaña tiene derecho a las utilidades", pero también el pueblo boliviano se debe beneficiar. EFECOM

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