En un comunicado, Pepper dijo que la decisión de no seguir adelante con este emprendimiento a partes iguales se debía a un cambio en las prioridades estratégicas.

La australiana añadió que sigue comprometida con su negocio actual de financiación al consumo en España y que confía en su futuro en solitario.

Popular atraviesa desde el verano pasado una fuerte crisis en la que se ha remodelado por completo su cúpula directiva, que era la que había iniciado las negociaciones con Pepper. Hace tres semanas, tomó finalmente el timón Emilio Saracho, un histórico de la banca de inversión, en sustitución del anterior presidente Ángel Ron, cuya salida se vio forzada por accionistas relevantes de la entidad.

Y el pasado lunes se conoció la dimisión del consejero delegado, Pedro Larena, justo el mismo día en que el banco español reconoció que tendría que realizar ajustes en su balance tras una auditoría interna.