Las grandes adquisiciones de compañías -que fueron acompañadas de sus correspondientes expedientes de regulación de empleo-, el ajuste laboral de Telefónica y la fuerte caída de ingresos durante los últimos años pesan como una losa en el empleo del sector de las ‘telecos’ en España. El nuevo plan de bajas incentivadas presentado por la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete se suma a todas las medidas.

En los dos últimos años, las tres grandes compañías han reducido en más de 5.000 puestos de trabajo sus plantillas españolas. La compañía líder es la que concentra el grueso de salidas, con más de 3.600 sólo en el último año. Los sindicatos esperan que se frene la sangría y lamentan que la concentración del sector en cuatro grandes actores haya sido una “excusa” para reducir equipos.

En 2014 arrancó una nueva oleada del proceso de consolidación en el sector de telecomunicaciones en España. Vodafone se hacía con Ono (2.500 empleados) y pactaba un ERE que se cerró con la salida de 1.059 personas. Ese mismo año, su más directo competidor, Orange, anunciaba la adquisición de Jazztel. ¿La consecuencia? Otro ERE que afectó, finalmente, a 496 empleados y que se cerró en marzo del pasado año.

Estas son dos de las ‘palancas’ de reducción de empleo en el sector. La otra es la decisión de Telefónica de aligerar su plantilla en España en su afán por hacer más flexible su trabajo y, sobre todo, disminuir costes (en el último año los desembolsos para hacer frente a los costes de plantilla han caído casi un 9%). Los dos planes de bajas incentivadas pesan.

No es un proceso que haya sorprendido a los sindicatos. “Creímos que el sector 'teleco', por el alto nivel de inversión en cambio de redes, iba a ser un revulsivo en el empleo y no lo está siendo”, explica Alberto Salas, secretario de Organización de Comisiones Obreras-Telecomunicaciones, quien insiste en que los recortes de empleo no deberían ser consustanciales a la concentración de las empresas a través de fusiones o adquisiciones.

Las cifras de Telefónica

Telefónica inició en noviembre de 2015 un ajuste laboral importante, justo después de que incorporara al personal perteneciente a Digital + (Canal+). Fue en esa fecha cuando pactó con sindicatos la incorporación de un plan de bajas incentivadas para los mayores de 53 años hasta 2017. ¿El resultado? A cierre de 2015, la empresa contaba en España con 32.171 trabajadores. A 30 de septiembre de 2016, último dato disponible al no haberse presentado las cuentas del cuarto trimestre, la plantilla sumaba 28.522 personas. Se trata de un 11% menos en nueve meses.

La compañía no ofrece previsión de empleo para los próximos años. Pero es evidente que habrá más recortes. El plan de bajas no sólo se alargará durante este año 2017, sino que se ha ampliado al 2018. A este se une otro plan de bajas voluntarias para los menores de 50 años, a los que se les ofrecerá entre el 50% y el 54% del sueldo bruto durante hasta 10 años. Es, por tanto, previsible que haya más salidas en España.

Orange, estabilizado tras las salidas

En el caso de Orange, la incorporación de todo el equipo de Jazztel se produjo en el tercer trimestre de 2015, según el estudio que elabora la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al que remite la compañía. Del segundo al tercer trimestre sumó algo más de 600 empleados. Pero los ha ido perdiendo casi en su totalidad. La plantilla de Orange estaba conformaba por 4.129 personas a 30 de junio de 2016, último dato disponible. Perdió un 10% desde ese máximo. ¿Cómo cerró el ejercicio? No facilitan esas cifras actualizadas.

“Los últimos resultados del sector muestran que el mercado está cambiando la dinámica de caída de ingresos de los últimos 5 o 6 años; si esta tendencia se confirma, permitirá mantener y generar empleo en el sector”, explican fuentes de la compañía gala, que se comprometió tras el ERE a no ejecutar un nuevo despido masivo durante un plazo de dos años.

Vodafone y la compra de ONO

Vodafone ejecutó su compra en 2014, pero no incorporó a la plantilla de ONO hasta el tercer trimestre de ese año. Su equipo en España pasó de 3.630 empleados a 6.072, según las cifras de la CNMC. Ese fue el pico. No fue hasta un año después donde se percibió el verdadero ajuste laboral.

De acuerdo a los datos facilitados por la empresa, a 31 de diciembre la empresa contaba con una plantilla de 5.046 empleados. Representa, por tanto, una caída de casi el 17% en la plantilla global tras la fusión de ambas compañías. ¿Será el último movimiento? No ofrecen previsiones de evolución.

Tras el proceso de fusiones, Másmóvil es el cuarto operador. Hasta ahora, no ha llevado a cabo por ahora ningún recorte importante de personal. Las dos compras que ejecutaron el pasado año –Pepephone y Yoigo- no implicaron salidas colectivas en su plantilla. Ambas operaciones, que acarrearon algo más de un centenar de incorporaciones al ser compañías con plantillas reducidas, ya han sido cerradas e incorporadas definitivamente. Será en las cuentas consolidadas que se elaboren a finales de marzo cuando se vea la plantilla definitiva de todo el grupo.

¿Qué esperan los sindicatos?

Ante este contexto, los sindicatos reclaman medidas. Desde UGT, recuerdan que desde el estallido de la crisis el sector ‘teleco’ y audiovisual ha perdido 28.000 empleos (un tercio del total). Y advierten: “Reguladores, legisladores y políticos deberían reflexionar sobre la situación: si hay consenso generalizado sobre la necesidad de construir una economía digital con trabajadores formados en nuevas tecnologías, algo estamos haciendo mal como país si estamos eliminando decenas de miles de puestos de trabajo de Tecnologías de la Información (TIC)”.

Esta es la fotografía actual. Respecto al futuro, entre las organizaciones sindicales no hay esperanza de un frenazo de la sangría a corto plazo. Salas (CCOO) recuerda que, al menos en Telefónica, continuarán las bajas. “Esperamos que se estabilice y el sector de las ‘telecos’ aporte a la economía de nuestro país y recupere su verdadero papel”, afirma.

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