Orden de fusión. El Gobierno en funciones ha activado un nuevo capítulo del proceso de reordenación bancaria en España con el intento de integración de las dos principales entidades públicas que están en manos estatales a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que han costado al contribuyente cerca de 40.000 millones de euros desde que estalló la crisis.

"El FROB ha comunicado a Bankia el acuerdo adoptado por su Comisión Rectora, en sesión celebrada en el día de hoy 28 de septiembre de 2016, a fin de poner en marcha las medidas necesarias para analizar la reordenación de sus entidades de crédito participadas, mediante la fusión Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN) explorando, al mismo tiempo, otras posibles alternativas", explica la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri en un comunicado a la CNMV.

La sombra de Guindos

Banco Mare Nostrum (BMN), formado a partir de la fusión de las cajas de ahorro de Granada, Penedés, Murcia y Sa Nostra, lleva algo más de un año intentado salir a bolsa para poder recapitalizarse y devolver el dinero público que le inyectó el FROB. En 2013, el fondo le inyectó 1.645 millones a cambio del 65% del capital en un rescate público no exento de polémica.

Se trata de la misma entidad que tenía en su consejo de administración a Luis de Guindos, actual ministro en funciones de Economía y responsable de la reordenación bancaria en España, hasta que en 2011 dimitió de su cargo para entrar a formar parte del Gobierno Rajoy. El banco está presidido por el exCaja Murcia Carlos Egea, uno de los financieros más cercanos al actual ministro.

Un 'superbanco' público

La unión entre Bankia y Mare Nostrum crearía un grupo financiero con un perímetro de 250.000 millones de euros en activos, una cuota de mercado próxima al 10% y un grupo con un tamaño en bolsa próximo a los 10.000 millones frente a los 8.800 millones que vale en bolsa Bankia actualmente.

La valoración de BMN se situaría próxima a los 1.000 millones, un 60% por debajo de la valoración que realizó el FROB en 2013 tras entrar en su accionariado. Cualquier hipotética fusión entre las dos entidades debería contar con el respaldo y visto bueno de Bruselas, que ya han advertido en reiteradas ocasiones a España que debe iniciar progresivamente la venta de su participación en Bankia.

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