La empresa tecnológica Apple ha evitado en los últimos años las multas de la Agencia Tributaria. Y lo ha hecho pese a las repetidas inspecciones que se han llevado a cabo  para todos los impuestos que le corresponde en las dos sociedades con las que opera. Apple Retail, con la que gestiona sus tiendas en el país, cerró el pasado 2015 con ingresos de más de 300 millones de euros, lo que supuso un fuerte incremento del 40%, según las cuentas recién presentadas. Sus beneficios brutos superaron la barrera de los 7 millones de euros, con un impuesto de sociedades de 3,3 millones.

Apple hoy trabaja con dos filiales en España. Una es Apple Marketing, encargada de todas las tareas y servicios de marketing a otras empresas del grupo. La otra es Apple Retail, fundada en 2009 y que tiene por objeto gestionar todos los locales y tiendas propios de la empresa. Ninguna de ellas ha escapado a inspecciones de Hacienda, pero en ninguno de los últimos cuatro ejercicios ha habido sanciones.

En las cuentas anuales de ambas sociedades se repite el guión: Hacienda inspecciona los cuatro últimos ejercicios para los tributos que le son propios a la empresa (IVA, Sociedades, No Residentes…). También en las del ejercicio fiscal 2015 (que concluye el 30 de septiembre). Y ninguna de esas indagaciones ha acabado en multa. Al menos, según ha podido comprobar este medio, no se plasma en ninguna de las memorias de los últimos cinco ejercicios.

En la sociedad de marketing tuvo un beneficio bruto de 7,3 millones de euros y un impuesto de sociedades (sobre esas ganancias) de 3,2 millones de euros. ¿Y en la que gestiona las tiendas? La fotografía es casi idéntica: 7,04 millones de euros de ganancias y 3,3 millones de Sociedades. En total, la compañía abonó 6,5 millones en tributos.

Las tiendas de Apple, creciendo

La estructura fiscal con la que trabaja la empresa es similar a la de Google o Facebook: sede central en Europa en Irlanda y las filiales españolas trabajando como comisionistas. Es el llamado 'café doble irlandés’ por el que se desvían ingresos y beneficios hacia ese país y, posteriormente, hacia un paraíso fiscal para reducir al máximo su factura tributaria.

La última en presentar cuentas ha sido Apple Retail. La sociedad registró un fuerte incremento en las ventas del 40% hasta alcanzar los 304 millones de euros (el pasado año ese volumen de negocio fue 218 millones de euros). Cerró el ejercicio con una plantilla de 1.155 trabajadores (93 de ellos directivos), frente a los 1.040 de un año antes.

Si a esas cifras se suma el de Apple Marketing Iberia, en total la compañía fundada por Steve Jobs suma una facturación en España de 331 millones de euros y unos beneficios netos (después de impuestos) entre ambas de 7,8 millones.

La tecnológica desagrega sus ingresos totales por continentes. En Europa, la compañía logró un volumen de negocio en ese ejercicio fiscal 2015 de 43.900 millones de euros (un 25,7% más). La facturación declarada por las filiales españolas representarían apenas un 0,7% de esa cantidad.

Google, 8 millones en 8 años

Apple no es la única tecnológica que acaba de presentar cifras del ejercicio 2015. Las filiales de Google y Amazon también se han sumado a la lista y han registrado fuertes incrementos de sus ventas y también de sus beneficios. Pese a ello, se trata de cifras muy inferiores a su negocio real en el país.

En el lado de los ingresos, Google sumó 66 millones de euros (un 17% más) y Amazon alcanzó con sus tres sociedades los 55 millones de euros (un 30% más). En cuanto a ganancias netas, la primera registró 5 millones y la segunda acumuló 4,5 millones de euros.

En el punto de mira de Hacienda

Tras años de intentos, el 'golpe' a Google del pasado mes, con la entrada en sus sedes de inspectores en busca de documentación, coloca en el punto de mira de la Agencia Tributaria al resto de grandes tecnológicas y sus filiales españolas. En este tiempo, Microsoft es la única señalada con el dedo: tiene 30 millones de euros en sanciones judicializadas.

Prácticamente todas beben el ‘café doble irlandés’: una estructura fiscal por la que desvían todos los beneficios hacia Irlanda, en un primer momento, y a un paraíso fiscal en última instancia. Y prácticamente todas han sufrido inspecciones en sus ejercicios fiscales, tal y como reza en sus cuentas anuales.

Microsoft es la única que ha sufrido importantes sanciones. Ha pleiteado durante los últimos años con la administración para evitar pagar una factura fiscal de impuestos no pagados. Se le ha exigido regularizar 18,4 millones procedentes del impuesto de sociedades de los ejercicios entre 2007 y 2009 y 11,9 millones de los de 2004 y 2005. Ambas demandas están recurridas y en ninguno de los dos procesos se ha conocido resolución alguna.

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