Bruselas

Bruselas estrecha el cerco sobre las prácticas monopolísticas de Google. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha abierto este jueves un tercer frente contra el gigante informático estadounidense por abuso de posición dominante en la publicidad online. Le acusa de impedir que los sitios web de periódicos, operadores de telecomunicaciones o tiendas de comercio electrónico muestren publicidad contextual, es decir, anuncios vinculados a búsquedas, de rivales de Google.

El nuevo pliego de cargos se suma a los otros dos expedientes que Bruselas ya ha abierto a Google por abuso de posición dominante. En el primero, la Comisión denuncia que la compañía favorece sistemáticamente a su servicio de comparación de precios (Google Shopping) frente a sus rivales en los resultados de sus búsquedas. Este es el caso más antiguo, pero Vestager lo ha reforzado este jueves con nuevos argumentos. En el segundo caso, Bruselas investiga el sistema operativo móvil Android.

La compañía ha dicho que examinará el nuevo expediente y ofrecerá una respuesta detallada en las próximas semanas. "Creemos que nuestras innovaciones y mejoras de productos incrementan las opciones que tienen los consumidores europeos y promueven la competitividad", ha asegurado Google en un comunicado.

Si se confirman todos estos cargos, la empresa podría enfrentarse a una multa multimillonaria de Bruselas. Sin embargo, la Comisión arrastra los pies en sus investigaciones. El primer expediente formal contra el gigante informático se abrió en 2010, cuando Joaquín Almunia era comisario, tras varios años de pesquisas informales. Y todavía no se ha cerrado ninguno.

La propia Vestager ha admitido que "la velocidad es esencial". Pero ha justificado su tardanza por la necesidad de garantizar la "calidad" de sus decisiones, ya que da por hecho que Google recurrirá ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo. "Los casos tienen que ser tan sólidos como sea posible. Y esa calidad a veces sólo se consigue a costa de menos velocidad", ha señalado. Y no ha querido dar ningún plazo en su rueda de prensa.

Proteger su posición dominante

La Comisión alega que Google se sirve de las restricciones a la publicidad online para preservar su posición dominante en este sector, en el que tiene una cuota de mercado del 80% a través de su plataforma AdSense for Search. Así ha impedido que otros rivales, incluidos buscadores y plataformas de publicidad digital, accedan a este importante sector comercial.

Google inserta esta publicidad contextual en su propia página web. Pero también actúa como intermediario mediante AdSense con tiendas de comercio electrónico, operadores de telecomunicaciones y periódicos. En los sitios web de estos socios aparece una casilla de búsqueda que permite a los usuarios buscar información. Cada vez que se realiza una búsqueda, además de los resultados se muestra publicidad relacionada. Si el usuario pulsa uno de estos anuncios, tango Google como el propietario del sitio web cobran una comisión. El gigante informático obtiene así la mayoría de sus beneficios.

Al Ejecutivo comunitario le preocupa que con sus acuerdos con estos socios directos, Google haya infringido las reglas de competencia. Tres son los principales requisitos que la Comisión ve ilegales. En primer lugar, la exigencia de exclusividad: periódicos, operadores o tiendas online no pueden mostrar publicidad contextual que parta de rivales de Google. Además, la compañía exige que se muestre una cantidad mínima de sus propios anuncios de búsqueda en una buena posición. Finalmente, Google se reserva el derecho de autorizar publicidades rivales.

Estas prácticas restrictivas se remontan a 10 años. No obstante, tras conocer la investigación de Bruselas, Google ha modificado recientemente las condiciones de sus contratos AdSense con sus socios directos para otorgarles más libertad a la hora de mostrar anuncios de búsqueda de la competencia. La Comisión responde que "observará estrechamente estos cambios para evaluar su incidencia en el mercado".

Google y su matriz Alphabet disponen ahora de un plazo de 10 semanas para responder a este pliego de cargos.

Comparador de precios

En el caso más antiguo, referido al comparador de precios Google Shopping, Vestager ha enviado un pliego de cargos suplementario. En él, la comisaria de Competencia rebate las alegaciones que había presentado la compañía. En particular, Google sostenía que los servicios de comparación de precios no deben considerarse de forma aislada, sino en paralelo a los ofrecidos por plataformas comerciales como Amazon o eBay.

El Ejecutivo comunitario continua considerando que los servicios de comparación de precios y las plataformas comerciales constituyen mercados separados. No obstante, señala que aunque se consideraran conjuntamente, "el comportamiento de Google ha debilitado, incluso marginalizado, la competencia ejercida por sus rivales más cercanos".

Para este segundo cargo, Google tiene ocho semanas para contestar.

¿Más cargos en el futuro?

Además de estos tres frentes, Bruselas investiga otras prácticas del gigante informático que le preocupan, y sobre las que no hay todavía expediente formal. En primer lugar, Vestager está examinando si Google beneficia indebidamente a sus propios servicios en otras áreas especializadas de búsquedas, como viajes o búsqueda local.

La Comisión ha recibido también denuncias de editores de prensa y de proveedores de imágenes que se quejan del uso que hace Google de sus contenidos. Bruselas tendrá en cuenta estas cuestiones en la reforma que prepara de la normativa europea en materia de protección de los derechos de autor.

"Google es una empresa que ha creado algunos productos increíblemente innovadores. Productos que han cambiado la vida de la gente para siempre. Pero eso no le da derecho a denegar a los demás una oportunidad justa para competir e innovar. Así que si las pruebas demuestran que Google ha vulnerado las reglas de competencia, tenemos la obligación de actuar", ha dicho Vestager.

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