Marieta Jiménez (Ciudad Rodrigo, 1966) se ha convertido en uno de los referentes de las escuelas de negocios a la hora de estudiar el liderazgo y la capacidad de trazar estrategias. Licenciada en Farmacia, es presidenta europea de Merck Healthcare, empresa de ciencia y tecnología enfocada en la salud, con 32 países bajo su supervisión. Firme defensora de la igualdad, fue impulsora de ClosinGap, un clúster de grandes empresas que nació en 2018 para poner en valor la contribución de la mujer a la economía.

Jiménez forma parte del comité ejecutivo de la Fundación Seres y fue vicepresidenta de Farmaindustria. Además, es miembro del consejo asesor de antiguos alumnos de la Universidad de Salamanca.

Ahora que caminamos hacia una 'nueva normalidad' ¿qué retos tenemos por delante?

Se habla mucho de economía, pero esta crisis ha sido de salud. Estamos en esta situación por no haber tenido la salud como una prioridad. No solo en España, también en la Unión Europea. El primer reto es cómo vamos a poner el foco en ella, cómo vamos a priorizar la innovación, si realmente vamos a invertir lo que deberíamos. El segundo reto tiene que ver con la tecnología. Nos hemos visto forzados a una transformación acelerada. Llevábamos años hablando de ella, pero no habíamos dado el paso definitivo. La reflexión es cómo vamos a colocarla ahora, cómo vamos a ser capaces de integrarla en nuestros modelos de aprendizaje, formas de trabajar, etc.

El primer reto es cómo vamos a poner el foco en la salud, cómo vamos a priorizar la innovación

El tercero tiene que ver con el liderazgo no solamente en los Gobiernos, también en las empresas. Estamos viendo diferentes modelos de liderazgo que nos hacen reflexionar y pensar hacia dónde queremos llevar a este mundo. El último punto es por donde habría que empezar: qué aprendizajes vamos a sacar de esta crisis los gobiernos, la sociedad y las empresas. Qué hemos hecho bien, qué no estábamos haciendo bien, qué tenemos que cambiar y si vamos a tener la valentía y el coraje para hacerlo.

Dentro de este aprendizaje, ¿cuáles son las lecciones más importantes?

Hay una parte relacionada con la Sanidad. La inversión que ha dedicado España al sistema sanitario, del 6,2% del PIB, está muy por debajo de la media europea y de países como Alemania. España ha tenido un sistema sanitario reconocido como uno de los mejores del mundo, pero estamos viendo que claramente esto tenía relación con los profesionales extraordinarios que teníamos. Hay que hacer una reflexión y pensar: ¿estamos invirtiendo suficiente en salud?, ¿estamos invirtiendo suficiente en I+D? España es uno de los países con menor inversión en Europa en I+D. Destina el 1,3% del PIB, comparado con 3% de Alemania. ¿Vamos a seguir así o vamos a poner detrás de la innovación y del desarrollo científico los recursos que tenemos que poner?

España es uno de los países con menor inversión en Europa en I+D. ¿Vamos a seguir así?

Otra reflexión tiene que ver con el empleo. ¿Qué está pasando? Por un lado, la destrucción de empleo que estamos sufriendo por la pandemia. Por otro lado, por la revolución tecnológica que ya venía, pero que ahora se ha acelerado. ¿Vamos a ser capaces de generar los empleos de calidad y que se necesitan cuando salgamos de esta crisis?

Comentaba que tenemos grandes profesionales, pero no la mejor sanidad del mundo, ¿es un tema de volumen de recursos o también de gestión?

Es un tema de inversión y de gestión. Tenemos una de las mayores longevidades en Europa. Es un dato que habla bien de nuestro sistema de salud, de cómo hemos sido capaces de transformar la evolución de las enfermedades. Ahora bien, ¿qué estamos haciendo para gestionarlo mejor? En el caso de la telemedicina, ¿estamos gestionando bien las listas de espera?, ¿estamos poniendo al servicio de los profesionales toda la innovación tecnológica, los sistemas de atención on line, de prevención, de diagnóstico temprano? La gestión y el cómo usamos la tecnología debe jugar un papel fundamental.

La situación de las finanzas públicas españolas va a ser muy complicada en los próximos meses en los que la deuda pública se disparará por encima del 120% del PIB. ¿Cómo puede calar la idea de que realmente es importante destinar recursos públicos a la I+D?

Lo que nos ha pasado es lo suficientemente importante como para que empecemos por el principio. No podemos volver a permitirnos tener una pandemia como esta y que al final termine en una crisis tan brutal como la que vamos a vivir desde el punto de vista económico. La UE se ha dado cuenta de lo fundamental que era la I+D y España debería entender que la I+D no se va a solucionar si no nos sentamos y colaboramos. De la inversión en I+D del año pasado, la mitad vino de las empresas privadas. Si queremos que esto no vuelva a ocurrir, nos tenemos que sentar y colaborar. No es solo un tema de desarrollos y soluciones innovadoras, es un tema de generación de empleo, de contribución económica. Las empresas que nos dedicamos a la salud generamos muchos puestos de trabajo y somos un motor de la economía de este país.

Las empresas que nos dedicamos a la salud generamos muchos puestos de trabajo y somos un motor de la economía de este país

La solidaridad de las empresas en esta crisis ha sido puesta en valor por la sociedad. Pero el discurso de responsabilidad social corporativa no es nuevo, sino que venía de antes...

No me gusta el término responsabilidad social corporativa porque es un tema de compromiso. Las empresas tenemos el compromiso, la responsabilidad y el privilegio de poder ayudar y contribuir de una manera positiva a la sociedad que es donde operamos. Todas las empresas llevamos años trabajando en esto. La crisis ha dado visibilidad a algo que ya estábamos haciendo porque antes la gente no estaba muy interesada en saber lo que hacíamos. El ejemplo que estamos dando las empresas de colaboración, generosidad, altruismo, de tener claro que al final queremos salir todos juntos de esta crisis... ha venido para quedarse. En las conversaciones que he tenido con mis colegas españoles y europeos, tenemos clarísimo que es momento de seguir colaborando. Pero para eso, te tienes que encontrar al otro lado un interlocutor que se quiera sentar y colaborar y trabajar contigo.

¿Un interlocutor del sector público?

También hay fundaciones privadas, institutos... Es un momento de asociación, de trabajar todos juntos.

El discurso de lucha contra la desigualdad se ha impuesto. ¿Debe trabajarse más para que esta crisis no afecte tanto a los que menos tienen?

Es fácil hacer demagogia en un momento así. Pero vuelvo al principio: vamos a empezar por ver qué nos ha pasado antes de entrar en un debate demagógico o populista. La crisis está afectando y dando de lleno a los más débiles, pero por qué ha empezado todo esto. Empecemos a solucionar bien las cosas desde el principio. Empecemos a invertir donde tenemos que invertir. No se nos puede olvidar ahora. Lo urgente hay que gestionarlo, pero si algo sabemos las personas que gestionamos empresas es que lo urgente no te puede obviar lo importante. Hay que dar sostén a los más débiles en este momento de urgencia, pero hay que tener en la mente la parte estratégica para que esto no vuelva a pasar.

Vamos a empezar por ver qué nos ha pasado antes de entrar en un debate demagógico o populista

Uno de los problemas que hemos padecido en esta crisis ha sido la falta de suministros, tanto de EPIs [equipos de protección especial], como de suministros. ¿Qué debemos hacer para que no se repita en España y en Europa?

Quiero romper una lanza a favor del esfuerzo que hemos hecho con las fronteras cerradas y los aeropuertos sin funcionar para garantizar el suministro. En Merck, hemos garantizado el suministro llegando a todos los sitios. Somos una empresa alemana, tenemos 18 centros de producción en el mundo y 12 en Europa, que es bastante inusual. Hemos decidido apostar por nuestros centros de producción en Europa. Tenemos tres centros en España que hacen el 90% de la producción de la hormona de crecimiento y de fertilidad que Merck exporta a nivel mundial. La Unión Europea y los Gobiernos deberían entender que si queremos garantizar la creación de empleo de calidad y el suministro deberíamos favorecer que las empresas realmente podamos operar en Europa. 

Para garantizar el empleo de calidad y el suministro deberíamos favorecer que las empresas operen en Europa

Europa ha sido siempre pionera en muchas cosas, en innovación también y no podemos quedarnos atrás frente a EEUU o China. Hay que establecer un clima de diálogo. Los Gobiernos tienen que entender lo que aportamos, lo importante que es tener centros de producción en Europa.

La UE está trabajando en investigar una vacuna de forma conjunta, ¿Es un avance?

Hay más de 100 moléculas en investigación y ha sido un esfuerzo conjunto de todos. Nosotros participamos con la OMS a través de la donación de uno de nuestros medicamentos en ensayos clínicos para ver su efectividad. Hemos firmado un acuerdo con la Fundación Bill & Melinda Gates con un consorcio de empresas privadas que ayudamos para desarrollar lo más rápido posible una vacuna.

También tenemos un acuerdo con el Instituto Jenner de Oxford, que se dedica al desarrollo de vacunas, y a través de nuestra parte tecnológica, aportamos acortar el tiempo de producción una vez que se tenga vacuna. Normalmente se tarda unos 12 meses y lo estamos reduciendo a dos meses, lo cual ha sido un esfuerzo de colaboración sin precedentes, que debería permanecer. Si queremos que esta nueva normalidad de la que tanto hablamos sea realmente nueva deberíamos empezar a pensar que esto pasa por acuerdos y colaboración público privada.

Cuando llegue la vacuna, ¿tendrá un coste asequible para que todo el mundo -y no solo los países desarrollados- puedan acceder a ella?

Nadie está pensando en eso ahora. Estamos en una carrera contrarreloj y somos conscientes de que nadie va a llegar solo a la meta. Creo que cuando haya una vacuna se va a poner todo, de la misma manera que ahora, para que sea accesible a toda la población que lo necesite. Es importante explicar a la población que desarrollar un medicamento requiere un enorme esfuerzo. Se tardan 12 o 15 años en tener una molécula, son inversiones de más de 2.500 millones de euros y de 10.000 moléculas que se investigan, solo una llega a ver la luz. Es importante que se entienda el esfuerzo económico y de investigación que hay detrás de una vacuna.

Es importante explicar que desarrollar un medicamento requiere un enorme esfuerzo

¿Cree que es factible que la vacuna esté en 2021?

Quiero confiar en que va a ser así. Realmente es increíble el esfuerzo que se está poniendo. Sí, creo que tendremos una vacuna a principios del año que viene.

¿Cómo valora el gran experimento de teletrabajo que ha supuesto el confinamiento?

Nosotros ya llevábamos un tiempo con temas de trabajo en remoto, las grandes empresas ya estábamos ahí por un tema de conciliación, pero de pronto, de un día para otro, de los 26.800 empleados que tenemos en Europa, el 85% estaban en su casa. Ha sido un reto tremendo, no desde el punto de vista tecnológico, que teníamos las herramientas, sino como modelo de aprendizaje y de cómo trabajar de una manera diferente. Hemos dedicado mucho tiempo en estas últimas semanas a la formación en modelos sobre cómo interactuar a través de las redes sociales, cómo trabajar en equipo, cómo desarrollar nuevas capacidades… Lo hemos hecho nosotros y lo han hecho muchas empresas. En ese sentido, estamos listos. El teletrabajo ha venido para quedarse. Para mi ahora lo que hay que ponerle es un poco de medida, cuándo es necesario, cuándo no, cómo tenemos que trabajarlo, cuáles son los límites.

El teletrabajo ha venido para quedarse. Para mi ahora lo que hay que ponerle es un poco de medida

Hay otras empresas de otros sectores, como la hostelería, en las que no se puede trabajar. Afrontamos también un reto de cambio de modelo que no es menor. ¿Qué vías pueden explorar esos sectores?

Estoy segura de que cada sector está buscando su camino y sus soluciones. Sería muy osada si hablara en su nombre. El nuestro es ver cómo vamos a seguir trabajando en el camino que se ha abierto. Más del 20% de nuestros ingresos los invertimos en I+D y eso va a seguir siendo una prioridad. Vamos a invertir más en medicina personalizada, en telemedicina, en cómo apoyar a los pacientes. En esta crisis, ha habido una parte muy vulnerable que han sido los pacientes no enfermos de covid que no podían acceder a los centros hospitalarios. Este va a ser nuestro camino, no sé qué harán otros.

¿Cree que la respuesta de Europa ante esta crisis ha sido adecuada?

La Unión Europea no tenía a la salud entre sus prioridades. Esto se vio muy pronto al principio de la crisis porque no tomaron un papel de liderazgo en la gestión de la crisis y cada Gobierno empezó a tomar sus decisiones de manera individual. Pero reaccionaron y la UE va a tener un papel fundamental en la recuperación económica.

La UE no tenía a la salud entre sus prioridades. Se vio al principio de la crisis porque no tomaron un papel de liderazgo

¿Han quedado estigmatizados los países del sur de Europa por los del Norte?

En Merck, yo llevo Europa. Estoy hermanada con el norte y con el sur. Lo que veo son estilos de liderazgo y personas liderando países o liderando empresas o liderando personas. He trabajado en Suecia, tengo la experiencia de haber trabajado en el norte, soy española, soy del sur, y lidero una organización con 32 países con lo cual no creo en clichés. Creo que hay momentos en que las personas o los líderes responden de una manera o de otra.

Estoy hermanada con el norte y con el sur. Veo estilos de liderazgo, no creo en clichés

Y en el caso del liderazgo en un país con tanta crispación, como España, ¿cómo podríamos buscar líderes capaces de llegar a acuerdos?, ¿Qué deben aprender los líderes políticos de los líderes empresariales?

Sin entrar en deliberaciones políticas de ningún tipo, creo que hay muchos valores de los líderes empresariales que se deberían tener en cuenta. Si algo hemos demostrado los líderes empresariales es que hay que concentrarse en el bien, en sacar a tu empresa de la crisis, en comunicar de manera transparente, en actuar con rapidez, en gestionar lo importante, pero con una mirada siempre puesta en el medio y largo plazo. Creo que hay valores empresariales que serían muy útiles para los políticos. Este es un momento de gestión y de visión estratégica y estaría bien que pidieran consejo al sector privado.

Hay valores empresariales que serían muy útiles para los políticos. Es momento de gestión y visión estratégica

Las mujeres que están al frente de países en estos momentos, ¿han demostrado que el liderazgo femenino es muy eficaz en tiempos como los que vivimos?

Tengo que estar de acuerdo con esa afirmación porque siempre he defendido el papel de la mujer como generadora de crecimiento económico. Hay un liderazgo que se representa en el cómo. Las mujeres entienden la manera de afrontar los retos en la gestión con un liderazgo más transparente, efectivo, más rápido, más ágil, más empático, poniendo primero el beneficio de todos y no el de uno mismo.

Siempre he defendido el papel de la mujer como generadora de crecimiento económico

Es un liderazgo más generoso. Siempre he defendido el papel de la mujer. Hace dos años impulsé ClosinGap, un clúster de empresas en España para poner en valor la contribución económica de las mujeres y por qué debe haber mujeres liderando empresas y gobiernos. Este ha sido un claro ejemplo de cómo las mujeres han sido capaces de gestionar. Me siento orgullosa de mis colegas gobernantes y creo que son un referente. Deberíamos analizar cómo han actuado y deben ser una inspiración tanto para hombres como para mujeres.

Este confinamiento ha forzado a conciliar a hombres y mujeres, ¿cómo se trasladará eso a la brecha de género en las empresas?

Siempre me gusta hablar de corresponsabilidad. No es un tema de conciliación porque la conciliación no es un tema femenino. Cuando afrontas el tema desde el punto de la corresponsabilidad, de las personas que viven en un hogar dejas de entrar en géneros. Quiero ser optimista y positiva en ese sentido, pero hay mucho trabajo por hacer. Hay que seguir defendiendo el rol que tienen las mujeres en las empresas y en contribuir al crecimiento económico. Cuando eso se entienda y el 50% de las mujeres estemos en los roles que tenemos que estar por nuestra responsabilidad, en ese momento, dejemos de hablar de conciliación.

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