Bruselas

Nueva tregua de Bruselas al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. La Unión Europea volverá a retrasar esta semana, al menos hasta octubre, la multa de hasta 2.000 millones de euros a España por el desvío del déficit en 2015. Es el segundo aplazamiento que la Comisión Europea concede a Rajoy. En mayo, alegó que no quería interferir en la campaña electoral. Ahora, el pretexto es no mezclarse en la formación de Gobierno. Bruselas no desea abrir un nuevo conflicto en plena resaca del brexit, y menos con un país al que reclama un Gobierno estable cuanto antes.

El colegio de comisarios de Jean-Claude Juncker tiene previsto debatir sobre la situación presupuestaria de España y Portugal en su reunión de este martes en Estrasburgo, según han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes europeas.

El Ejecutivo comunitario dictaminará que los dos países no adoptaron los ajustes necesarios para cumplir el objetivo de déficit exigido por Bruselas. En el caso español, en lugar del 4,2% comprometido, el déficit se disparó hasta el 5,1% en 2015, el segundo más alto de la UE. El desfase no puede atribuirse a la situación económica, puesto que España creció a un ritmo del 3,2% el año pasado, sino que se debe a la reducción de impuestos y el aumento de gasto decidido por Rajoy en año electoral.

Para desencadenar el procedimiento que conduce a las sanciones, el dictamen negativo de la Comisión tiene que ser ratificado por el Ecofin. En ese momento, empieza a contar un plazo de 20 días que conduce de forma irreversible hacia la multa. La escapatoria que ha encontrado esta vez Juncker para dar un respiro a Rajoy consiste en retrasar la aprobación de su opinión del martes al jueves. Aunque el debate sea el martes, el dictamen sólo se hará oficial dos días más tarde por procedimiento escrito.

El resultado de esta maniobra es que la sanción a España y Portugal -que supone también la congelación de buena parte de las ayudas europeas- no podrá inscribirse en el orden del día del Ecofin del 12 de julio. La agenda de este encuentro se decide en la reunión de embajadores del próximo miércoles. Pero para entonces, Bruselas todavía no habrá formulado oficialmente su propuesta de sanción contra Madrid y Lisboa.

Por ello, y salvo sorpresa de última hora, la multa a España y Portugal no entrará en la agenda del Ecofin del 12 de julio, explican las fuentes consultadas. En septiembre, la reunión de ministros de Economía de los 28 se celebra de forma informal en Bratislava, por lo que no puede adoptar decisiones. Así que el proceso sancionador no se desencadenaría hasta el Ecofin del 11 de octubre.

Eso dará tiempo a Mariano Rajoy a formar un nuevo Gobierno y a ofrecer a Bruselas un paquete de recortes que permitan reducir la multa a cero. La normativa comunitaria prevé que la Comisión pueda disminuir el montante de la multa (que de forma predeterminada se sitúa en el 0,2% del PIB) o incluso cancelarla por completo a petición del estado afectado.

Para ello, España debe enviar una "petición motivada" en un plazo de 10 días después de que el Ecofin haya aprobado el dictamen negativo. En octubre, el nuevo Gobierno tendrá más margen para hacer valer sus argumentos. La hipótesis central de Bruselas sigue siendo fijar una multa cero. Aún así, España tendría que cargar con el estigma de ser el primer país de la UE en ser sancionado por déficit excesivo, aunque la condena sea sólo moral y no financiera.

Italia y Francia, en contra de las sanciones

Desde el inicio del procedimiento, la Comisión ha exhibido muy poco apetito para imponer multas a España y Portugal, sobre todo en un contexto de ralentización económica por la crisis de los emergentes. El brexit, que según el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, podría restar hasta un 0,5% de crecimiento a la eurozona, ha jugado también a favor de Rajoy. Pero las nuevas normas aprobadas tras la crisis de deuda dejan muy poco margen de maniobra.

El presidente del Gobierno en funciones se ha beneficiado del apoyo de los grandes Gobiernos socialistas europeos. El último el prestarle su respaldo fue el primer ministro italiano, Matteo Renzi. "Yo he intervenido para dar la razón a España y Portugal. Creo que es un absurdo que no se utilice el sentido común", dijo Renzi tras la cumbre europea del 28 y 29 de junio. También Francia apoya a Rajoy frente a Bruselas.

"Espero que las cosas se hagan de forma razonable sobre la base de que apoyamos el pacto fiscal", alegó el presidente del Gobierno en la rueda de prensa final del Consejo Europeo. Rajoy esgrime que España redujo el déficit público desde el 9,3% en 2011 al 5% en 2015 (sin contar las ayudas a la banca) pese a la recesión en los dos primeros años.

De momento, los más duros con España y con la decisión de Bruselas de retrasar la multa por el déficit han sido Alemania y Holanda. La Comisión acordó en mayo conceder un año de prórroga al Gobierno de Rajoy, hasta 2017, para situar el déficit por debajo del umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad. Los nuevos objetivos son el 3,7% este año y el 2,5% el año que viene.

Sin embargo, Berlín impugnó la decisión de Bruselas alegando que no se podía conceder una prórroga hasta que no estuviera clara la cuestión de la multa. También el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha criticado al Ejecutivo comunitario por ser demasiado laxo en la aplicación del Pacto de Estabilidad. De Alemania y Holanda dependerá finalmente en qué queda la multa a España por el desvío del déficit.

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