CCOO y UGT se han movilizado este miércoles ante las sedes de las patronales de las principales ciudades españolas. Los sindicatos han augurado un incremento de la conflictividad social después del verano si la patronal CEOE se mantiene en la "cerrazón" de no querer pactar un acuerdo salarial marco que permita garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.

El secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, ha enfatizado que los planteamientos sindicales son "perfectamente posible". Y el hecho de que no lleguen a un acuerdo por el pacto de rentas es por la negativa de la CEOE. Sin embargo, ha advertido de que "van a seguir reclamando".

Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha subrayado que "no vamos a entrar a un acuerdo de devaluación salarial. La disyuntiva es si la pugna por los salarios se hace en clave de conflictividad creciente o en clave de normalización de la negociación colectiva".

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Según Sordo, esta movilización responde a la estrategia sindical de "tensionamiento de la negociación colectiva", a la vista de que la conflictividad está sirviendo para cerrar acuerdos salariales "importantes" como los del metal en Cantabria o A Coruña, donde después de varios días de huelga se han logrado incrementos por encima del 4 % con cláusulas de garantía salarial.

Si esto es "perfectamente posible" en sectores que exportan y compiten en el exterior, "por qué no es posible llegar a una gran acuerdo salarial en España que garantice el poder de compra de los salarios y permita pacificar la negociación colectiva", se ha preguntado Sordo.

Escenario económico

"Somos conscientes de la coyuntura y del escenario económico al que apunta el otoño", ha dicho el líder de CCOO. De este modo, ha emplazado a la corresponsabilidad de las organizaciones empresariales, aunque teniendo claro que se llegará "indiscutiblemente" a la huelga cuando sea necesario.

Además, CCOO comparte la necesidad de un gran acuerdo social para repartir el impacto de la subida de los precios. "Es imposible un pacto de rentas sin medidas fiscales ofensivas y valientes", ha destacado en declaraciones a los medios de comunicación en la sede de la CEOE en Madrid.

Cabe recordar que tanto CCOO y UGT acordaron trasladar a las mesas de negociación de los convenios colectivos las mismas demandas que exigieron en el frustrado AENC. Así, los sindicatos piden una revalorización salarial del 3,5% para este año, del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024, acompañadas de una cláusula de revisión salarial.

De hecho, CCOO y UGT han reivindicado desde comienzos de año una subida salarial ante la escalada de la inflación, que en el dato adelantado de junio se disparó al 10,2%, con la subyacente en el 5,5%, su valor más alto desde 1993.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi Europa Press

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este miércoles que su organización no se opone a subir los salarios, sino a que éstos se indexen a la inflación.

Dicha medida, según la patronal, provocaría efectos de segunda ronda que harían que España perdiera competitividad y las empresas, productividad.

Garamendi, en declaraciones a Onda Cero ha criticado que ahora se quiera descalificar a los empresarios por su posición en este asunto.

"Hemos firmado 15 acuerdos (con el Gobierno y los sindicatos), lo digo porque parece que ahora nos fumamos puros. Hemos pasado de ser Obi Wan Kenobi a Darth Vader", ha lamentado.

El presidente de la CEOE ha asegurado que el objeto de la reunión con el Gobierno es hablar de fondos europeos, no sobre el pacto de rentas, aunque no rehuirá hablar ello si el Ejecutivo lo pone sobre la mesa, pero "con seriedad".

Pensiones y funcionarios

Así, para Garamendi, es fundamental hablar también sobre las pensiones o el salario de los funcionarios, por los costes que implica también para el Estado. "Cada punto de pensiones son 1.700 millones y en la reposición del próximo año del 'baby-boom' son 4.000 millones de euros más. Podemos estar hablando de 17.700 millones más de coste en pensiones", ha subrayado.

En relación a una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) como la que apoyaría la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, Garamendi considera que "los mensajes de la vicepresidenta son en pura clave electoral" y cree que "no es realista" lo que plantea.