Madrid, 19 feb (EFECOM).- El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha sostenido este miércoles que la elección por el Gobierno de España de su compañía como coordinador industrial para el FCAS (futuro sistema aéreo de combate europeo) ha sido una "muy lógica" decisión estratégica "de interés general a largo plazo".

Abril-Martorell ha subrayado que "cualquier otra opción que no fuera Indra" hubiera llevado a que la empresa ancla española en el proyecto se centrara "en tareas más fabriles", mientras que con su compañía se ha optado por la atracción de talento digital, en un posicionamiento ante los cambios de paradigma en la economía mundial en la época de la digitalización.

El presidente de Indra lo ha remarcado así en una conferencia en Esade, en Madrid, seis días después de que el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, instara al Gobierno de España a "corregir el error" de seleccionar a Indra, ya que, en su opinión, solo Airbus posee las capacidades tecnológicas para un sistema complejo como el del FCAS; y un día antes de que se firme en París este jueves la incorporación de España a la fase 1A del FCAS.

Abril-Martorell ha valorado que el Gobierno español tenga muy claro el gran "foco en la digitalización" que necesita la economía, mientras ha lamentado algunas otras decisiones que "no ayudan", en temas regulatorios y en gravámenes fiscales.

Asimismo, ha recomendado al Gobierno que "dé una vuelta" al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) para que "asuma más riesgos y más operaciones de riesgo", en vez de limitarse a la financiación de proyectos.

Indra presentará resultados anuales dentro de ocho días y su presidente ha destacado que la compañía ha superado los 50.000 trabajadores, 30.000 de ellos en España, tras haber contratado a más de 3.000 profesionales solo en España en los dos últimos años, el 80 % de ellos de alta cualificación.

Ha destacado ese dato tanto para defender la apuesta del Gobierno español por su compañía como coordinador del FCAS, como para advertir de que su sector requiere de personas cualificadas, cuyo caché está al alza, tanto en remuneración como en condiciones laborales que atraigan el talento digital.

En ese sentido ha indicado que Indra se encuentra "en la mitad" del camino de su transformación cultural como empresa iniciado hace tres años, para el cual se han fijado en el que emprendieron otras multinacionales, entre ellas la tecnológica Atos, que, ha dicho, acometió ese cambio en la cultura de empresa durante 7 años.

En Indra, ha detallado, le parece que está siendo complicada la correa de transmisión de esa transformación cultural desde la cúspide (los 35 altos ejecutivos) hacia los 450 directivos, los 3.000 gerentes y el resto de la plantilla.

La economía global, a juicio de Abril-Martorell, está "en un proceso de digitalización extenso e irreversible" que lleva a todas las compañías a poner el foco en el cliente, que siempre exige más inmediatez y más "customización", así como se encuentra en una concentración de valor en los gigantes digitales y a una velocidad nunca vistas antes.

Abril-Martorell admite que pueda haber cierta sobrevaloración en algunos casos, "pero no una burbuja como la de febrero de 2000".

El presidente de Indra cree que en la economía mundial no están avanzando a la misma velocidad las mediciones tradicionales del valor que los cambios de negocio, entre los que se da una jibarización de algunos, como por ejemplo el de los medios de comunicación que diezman sus plantillas pero mantienen el impacto social y económico.

Ha indicado también que la entrada de los gigantes tecnológicos en nuevos sectores "no es un juego de suma cero", pues se deprime más el entorno que lo que ella sube, por ejemplo cuando Amazon entró en el negocio de la distribución de alimentos frescos y cayeron en bolsa las compañías del ramo.