Madrid, 13 feb (EFECOM).- El exsubgobernador del Banco de España y presidente del Instituto de Estabilidad Financiera (IEF), Fernando Restoy, ha destacado este jueves la importancia de que la Unión Bancaria en la que trabaja Europa armonice el marco regulatorio de la resolución bancaria pues "no es ya paradójico, sino confuso".

En la misma línea se ha expresado el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Roldán, que ha asegurado que las normas de resolución europeas "tienen fallos que hay que subsanar", al igual que hay que determinar cómo se puede suministrar liquidez a un banco en estas circunstancias.

En la XI Conferencia anual de los Mercados de Capitales organizada por la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) y la AEB, ambos han hablado de la "situación peculiar" que se da en la Unión Europea, donde si bien por lo general se está en contra inyectar dinero público en las entidades sistémicas, existe cierta "ambigüedad".

Al respecto, Restoy ha insistido en que resulta fundamental la coordinación entre comités y autoridades a la hora de resolver un banco, mientras que Roldán ha añadido que "hay que homogeneizar las leyes nacionales de insolvencia".

En este sentido, los dos han puesto de relieve la creciente dificultad que desde el estallido de la crisis financiera ha ido experimentado la regulación bancaria, la cual se ha vuelto "tan compleja que es muy difícil de aplicar".

Para Roldán, este "tsunami" regulartorio "no es bueno ni para los bancos ni para los supervisores", extremo en el que ha coincidido el que fuera subgobernador del Banco de España, que confía en que se trabaje en "referencias internacionales más claras".

Durante su intervención también se han referido a algunos de los retos a los que próximamente tendrá que hacer frente un sector llamado a "asegurar la sostenibilidad" en sus relaciones para luchar contra el cambio climático, y en la transformación digital.

Sobre este punto, Restoy ha instado a las entidades financieras a que permanezcan atentas a cómo evoluciona el modelo de negocio de las grandes empresas tecnológicas, actuales "competidoras" de la banca que, sin embargo, "continúan necesitando la licencia para poder empezar a operar con depósitos y prestar dinero".