Madrid, 11 feb (EFECOM).- El Consejo de Ministros ha dado este martes el visto bueno a un límite de gasto no financiero para 2020 de 127.609 millones de euros, lo que supone un 3,8 % más respecto a un presupuesto base de 2019 establecido en 122.899 millones, año en el que se rechazaron las cuentas presentadas por el Gobierno socialista.

El Gobierno también ha fijado el objetivo de déficit público para este año en el 1,8 % del PIB, lo que supone una flexibilización de 1,3 puntos respecto al 0,5 % todavía vigente aprobado en 2017 y una décima más respecto a la desviación al 1,7 % que el Ejecutivo comunicó el año pasado a Bruselas.

Además, se ha aprobado la senda de estabilidad presupuestaria para el resto de la Legislatura (2021-2023) que se tendrá que someter a la convalidación del Congreso y del Senado, que incluye unas metas de déficit público del 1,5 % del producto interior bruto (PIB) en 2021, del 1,2 % en 2022 y del 0,9 % en 2023.

La senda contempla, asimismo, más holgura en los objetivos de reducción de la deuda pública, que bajará al 93,4 % del PIB en 2021, al 91,7 % en 2022 y al 89,8 % en 2023, cuando en anteriores previsiones gubernamentales comunicadas a Bruselas se preveía bajar del 89 % en 2022.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha afirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo que el punto de partida para el techo de gasto ha sido un presupuesto base, en el que se han incorporado los cambios hechos al presupuesto prorrogado de 2018.

La ministra ha defendido que se trata de un "techo" razonable que cumple con las exigencias fiscales europeas y que permitirá atender el refuerzo del Estado del bienestar, la transición ecológica, la disminución de las desigualdades y la defensa de los intereses de la clase media y trabajadora.

Respecto a la senda fiscal ha dicho que "son objetivos realistas que no venden humo" y que la senda aún vigente (la aprobada por el Ejecutivo del PP en 2017) carece de "principio de realidad", razón por la que cuando se aprobó en su momento algunos organismos alertaron de que era inasumible.

En opinión de Montero, la nueva senda garantiza que España siga reduciendo su déficit y su deuda "a un ritmo que no dañe ni el crecimiento ni la creación empleo".

La ministra ha subrayado que marca un descenso más suave para las autonomías y la Seguridad Social que para la Administración central.

En 2020, el objetivo de déficit del 1,8 % se reparte en un 1,1 % para la Seguridad Social, un 0,5 % para la Administración central y un 0,2 % para las comunidades autónomas.

En los años sucesivos, el déficit de la Seguridad Social baja al 1 % en 2021, al 0,9 % en 2022 y al 0,8 % en 2023, mientras que el de la Administración central se reduce al 0,4 % en 2021, al 0,3 % en 2022 y al 0,1 % en 2023; y el de las autonomías, al 0,1 % en 2022 y a cero tanto en 2022 como en 2023.

Para las corporaciones locales la senda contempla que logren equilibrio presupuestario en todo el periodo.

Junto con los objetivos de estabilidad, se modifica al alza la regla de gasto, con la tasa de referencia nominal del 2,9 % para 2020, del 3 % para 2021, del 3,2 % para 2022 y del 3,3 % para 2023.