El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha dicho que aunque no existe evidencia de que "hasta el momento", los bajos o incluso negativos tipos de interés hayan perjudicado a la oferta del crédito, no se puede descartar que su dilatación en el tiempo acabe teniendo consecuencias negativas.

"El mantenimiento de tipos muy reducidos durante un período adicional potencialmente amplio puede acabar teniendo alguna consecuencia negativa sobre el canal bancario de trasmisión de nuestra política monetaria", ha manifestado el gobernador durante un encuentro bancario organizado por el IESE y EY.

El gobernador ha advertido de que un contexto de bajos o negativos tipos de interés prolongado en el tiempo puede generar mayores incentivos a la toma de riesgos por parte de los agentes económicos, que podrían incrementar los riesgos para la estabilidad financiera. En el caso de la banca española, "no parece que estas entidades estén elevando significativamente su perfil de riesgo", según ha dicho el gobernador que, no obstante, ha asegurado que existen algunos factores que requieren una vigilancia estrecha.

En este sentido, ha insistido en que la prudencia en la concesión de crédito debe mantenerse como un elemento "clave" para aumentar la capacidad de las entidades de absorber perturbaciones agregadas negativas en el PIB o en los tipos de interés y garantizar la estabilidad financiera.

En su intervención, Hernádez de Cos también ha explicado que los bajos tipos de interés y, en general, unas condiciones financieras más holgadas generan un efecto positivo sobre la economía y el empleo y contribuyen a estimular el flujo de crédito y, por tanto, a la rentabilidad bancaria.

De hecho, esta es la motivación central detrás de una política monetaria expansiva, como la que se viene aplicando en la zona euro en los últimos años, ha añadido el gobernador, que ha asegurado que según los trabajos del propio Banco de España, estas medidas adoptadas desde 2014 tendrán un impacto sobre el crecimiento del PIB real de la zona euro de alrededor de dos puntos porcentuales acumulados entre 2016 y 2020.

Esas estimaciones no incluyen, además, las medidas acordadas en septiembre que, de acuerdo con los cálculos del Banco de España, podrían añadir hasta cuatro décimas acumuladas al crecimiento del PIB del área del euro hasta 2021.

RIESGO REPUTACIONAL

Hernández de Cos ha advertido sobre la potencial materialización de costes asociados a riesgos legales en el caso concreto del sector bancario español. "Esto continúa contribuyendo al riesgo operacional de las entidades de depósito", ha advertido.

Los procesos vinculados a litigios pasados tales como el de las cláusulas suelo han tenido un coste estimado para el sector de más de 2.200 millones de euros hasta junio de 2019, al tiempo que existen otros procesos legales relevantes pendientes de resolución, como es el caso del índice IRPH.

Todos estos riesgos legales, junto a otros factores relacionados con la conducta de las entidades, han tenido un impacto "relevante" en la reputación del sector bancario, si bien no precisado que esto no solo ha ocurrido en España.

El gobernador del Banco de España ha avisado de que la reputación y la confianza de los clientes "son elementos fundamentales" en los que se basa el negocio bancario, mientras que el coste de la litiogisidad a largo plazo sobrepasa "con creces" el eventual beneficio que se pudiera obtener en el corto plazo a través de comportamientos "cuestionables".

"Las entidades deben esforzarse en revertir esta tendencia proporcionando a sus clientes los productos y servicios financieros adecuados a sus necesidades y capacidades, así como suministrando la información relevante de manera clara y transparente", ha apostillado.