Se suponía que iba a ser una mañana de locos. Había despejado mi agenda para que desde primera hora hasta el almuerzo pudiese gestionar todos los recados que tenía pendientes desde hacía varios días e incluso semanas. ¡Qué sorpresa me llevé cuando descubrí que yendo a una oficina de Correos podía resolver todo!

Lo que más preocupada me tenía era obtener el distintivo ambiental para mi coche, más conocida como “la pegatina de la DGT”. En concreto, la de color amarillo con la B. Es verdad que no utilizo cada día mi vehículo pero ir sin ella en la luna delantera me reconcomía por dentro. Lo había ido dejando pasar y pasar, y seguía sin ella. 

Otro de esos recados que debía resolver era comprar unos billetes de tren Madrid – Valencia – Madrid. Compré una casita allí y debía acercarme para ver el resultado de la reforma y para recibir los muebles nuevos. ¡No podía hacerme más ilusión!

Por último, necesitaba contratar la luz para la casa. Estuve comparando diferentes compañías y tarifas y, al fin, supe qué es lo que más me convenía escoger. 

Sabía que en mi oficina de Correos más cercana podía resolver fácilmente el tema de la pegatina de la DGT y, cuál fue mi sorpresa cuando leí que allí mismo podía comprar los billetes de tren de Renfe que necesitaba e incluso contratar mi nueva compañía de luz. 

¡Increíble! ¿Tan solo con un paseo hasta allí podría resolver todos mis recados? Pues sí. Así sucedió. Como tantas veces hice cuando quise enviar un paquete o cuando solicité el voto por correo, esperé a que llegase mi turno para que me atendieran en los mostradores. 

Expliqué todo lo que necesitaba gestionar, me ayudaron con todos los pasos y, tan solo unos minutos después, salí de allí con mi pegatina en la mano, un par de billetes de tren, y luz en mi nueva casa. ¡Todo estaba resuelto!

Pero es que además me explicaron que hay muchas más cosas que se pueden gestionar desde cualquiera de las 2.400 oficinas de Correos repartidas por nuestro país: Transacciones de dinero en efectivo, giros nacionales o internacionales, se puede retirar e ingresar efectivo, etc. Igual que lo haría en mi banco. Además, como ninguna de sus sucursales están cerca de mi casa, me viene fenomenal. 

También es posible contratar una línea de móvil o fibra y móvil con la operadora O2, acercarte allí a pagar tus facturas, a gestionar la matrícula en la universidad a distancia UNED o solicitar una beca Erasmus. Al saberlo, incluso pensé en volver a estudiar para aprovechar lo cómodo que sería gestionarlo.

Y tomé nota para mi próximo viaje a cualquier otro país europeo porque también desde Correos se puede pedir la tarjeta sanitaria europea, indispensable para viajar tranquilo y protegido.  

Así es como Correos se convierte en la solución perfecta cuando hay que enviar documentación oficial a cualquier tipo de administración pública. Me explicaron que este envío se realiza telemáticamente mediante el servicio de Registro Electrónico y la aplicación ORVE (Oficina de Registro Virtual). Gracias a ellas, la documentación en papel es digitalizada para su envío de forma segura. Nosotros ahorramos tiempo y tenemos la seguridad de que todo se ha enviado correctamente. 

Correos ya es mucho más que un servicio postal. Permanece siempre atento a las necesidades de la sociedad para ayudarle a resolverlas de forma más fácil y cómoda. Innovando, transformándose y siendo de gran utilidad para los ciudadanos.

Y al final, yo pude disfrutar aquella mañana de algo que no tenía previsto: ¡Tiempo libre!