Madrid, 18 oct (EFECOM).- Dos años después de que empezara el proceso independentista, la economía de Cataluña se ha ralentizado en mayor medida que la española y ha perdido peso en el PIB nacional, aunque aún es la región que más contribuye, si bien ha dejado de ser la autonomía que más empleo crea para situarse por detrás de Madrid.
Cerca de 5.700 empresas han salido de Cataluña desde octubre de 2017, un proceso que se ha frenado, pero sin que se vislumbre un retorno en igual proporción.
Por el contrario, el turismo se ha recuperado después de un descenso de visitantes en el último trimestre de 2017, con Cataluña como principal destino de los turistas extranjeros en España y primera comunidad autónoma en ingresos por turismo, aunque este verano las cifras han caído -389.297 turistas menos en julio y agosto que hace dos años-, pero en línea con la tendencia nacional.
Las exportaciones ni siquiera se han resentido y Cataluña sigue siendo la primera región exportadora muy por delante de la segunda y la tercera (Andalucía y Madrid), en tanto que la inversión extranjera productiva se está recuperando desde inicios de 2019, tras desplomarse un 63,7 % en 2017 y 2018, después del récord de 8.266 millones de euros brutos en 2016.
En términos generales, la economía catalana ha seguido avanzando hasta situar su PIB en 231.277 millones al cierre de 2018, aunque ha pasado de crecer por encima de la economía española -3,5 % en 2016, frente al 3,2 % nacional, y 3,2 % en 2017, frente al 3 % de la nacional- a hacerlo por debajo -2,3 % en 2018, frente al 2,6 % de la nacional-.
Cataluña se mantiene así como la comunidad con mayor aportación a la economía nacional -un 19,1 % en 2018-, aunque pierde distancia respecto a Madrid, a la que aventajaba dos décimas en 2016, tres décimas en 2017 y solo una en 2018.
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, afirmaba esta semana que la economía catalana podría crecer a un ritmo "una o dos décimas superior" al que lo hace si no fuera por la incertidumbre asociada a la crisis secesionista.
Con la creación de empleo pasa lo mismo, según la Encuesta de Población Activa (EPA) entre octubre de 2015 y septiembre de 2017 el empleo en Cataluña creció el 6,92 %, por encima del 5,28 % de media nacional.
Cataluña era desde dos años antes de la consulta del 1-O la región que más empleo creaba, con más de 200.000 nuevas ocupaciones (22 % del total creado en España) y creciendo al cuarto mayor ritmo (casi 7 %), sólo por detrás de Murcia, Castilla-La Mancha y Canarias.
El número de personas en desempleo se ha reducido en 47.900 en Cataluña desde el referéndum ilegal, un descenso del 10 %, mientras que en media nacional ha caído un 14,23 %.
En lo que respecta a las exportaciones, desde octubre de 2017 hasta julio de 2019, Cataluña exportó bienes por 133.711 millones de euros, un 9,6 % más que en los veintidós meses anteriores, un periodo en el que las ventas nacionales al exterior repuntaron un 9,7 %.
En todo este periodo, la proporción de exportaciones catalanas sobre el total nacional se ha mantenido estable en el 25,3 %, lo que la sitúa como la región más exportadora de España.
La compraventa de vivienda se ha mantenido en niveles muy similares a los de hace dos años, frente a la tendencia a la baja de la media nacional, de igual forma que se mantiene el precio de la vivienda, aunque en Barcelona -uno de los principales mercados inmobiliarios del país- ha subido más del 10 %.
El estratega de mercados y director de método trading de XTB, Pablo Gil, considera que las protestas violentas de los últimos días tras conocerse la sentencia del "procés" tendrán efecto sobre la economía española en su conjunto, y no solo sobre la catalana, si la situación se prolonga en el tiempo.
"Tuvimos una primera fuga de empresas fuera de la comunidad catalana (...) Si ahora esto es el inicio de una escalada de violencia y el Gobierno tiene que intervenir Cataluña, no me extrañaría que haya empresas que decidan deslocalizar sus centros de negocios de Cataluña", añade el analista.