Madrid, 26 sep (EFECOM).- Las tarifas de último recurso (TUR) de gas natural, principalmente de consumidores domésticos, se mantendrán para el último trimestre del año, al ser inferior a un 2 % la variación del coste de la materia prima respecto a la que todavía está en vigor, en aplicación de la nueva metodología de cálculo.

Estas tarifas reguladas se revisan trimestralmente para los trimestres que comienzan en abril, julio y octubre de cada año, y sólo se actualizan siempre que el coste de la materia prima incluido en dicha tarifa experimente una variación al alza o a la baja superior al 2 % respecto al coste de la materia prima de la tarifa en vigor, ha informado este jueves el Ministerio para la Transición Ecológica.

La variación del coste de la materia prima, que esta vez ha bajado, ha sido inferior al 2 % respecto al precio vigente, que es de 20,68 euros/megavatio hora (MWh).

En aplicación de lo anterior, se ha procedido a revisar la tarifa para su actualización a partir del próximo 1 de octubre, obteniéndose una variación del coste de la materia prima inferior al 2 % a la baja respecto a la vigente.

En julio, aunque la variación del coste de la materia prima fue al alza, tampoco se produjo una desviación que llegara al 2 %, por lo que tampoco hubo que proceder a la actualización de las tarifas de último recurso, con lo que seguirá vigente la tarifa establecida para el trimestre que se inició el 1 de abril.

Entonces las tarifas bajaron una media del 6,3 %, uniéndose al descenso que se ya se produjo en el mes de enero tras el cambio en la metodología de cálculo, que se unió al descenso del 4,6 % que experimentaron a comienzos de año, después de que para el último trimestre de 2018 se encarecieran un 8,4 % por la subida de los precios de la materia prima.

La metodología de cálculo del coste de la tarifa de último recurso de gas natural se aprobó en una orden publicada el pasado 20 de diciembre y fue la primera modificación metodológica efectuada en el coste de la materia prima en los últimos diez años.

Con el cambio, se pretendía adaptar dicho cálculo a la evolución experimentada por los mercados de gas natural.