San Fernando de Henares (Madrid), 18 sep (EFECOM).- La defensa de la exconsejera y expresidenta del comité de auditoría de Bankia Araceli Mora ha cargado este miércoles contra el socio auditor de Deloitte Francisco Celma, que no pudo realizar su informe de auditoría al no disponer de los datos necesarios y al que ha achacado ser "Dr. Jekyll & Mr. Hyde, acusado de día y testigo de noche".

En la presentación de su informe final, el letrado ha denunciado que en el caso de su defendida se trata de la crónica de una acusación "anunciada", ya que pese a que durante el plenario no se ha podido demostrar que los gestores de la entidad ocultaran a sabiendas deterioros en las cuentas de Bankia, lo que habría impedido a Celma realizar su informe de auditoría.

Los informes trimestrales que los inspectores del Banco de España "empotrados" en el banco realizaron no detectaron problema alguno, e incluso el inspector José Antonio Casaus, muy crítico con la situación de la entidad, sólo menciona que hay "deterioros latentes, que hacen falta saneamientos, pero añade que no le parece exigibles desde el punto de vista contable".

En ninguno de dichos informes se detalla ningún deterioro, ni se da razón de lo que constituye la tesis de la Fiscalía Anticorrupción, que es la existencia de deterioros ocultos no registrados.

Tampoco se cuestiona la viabilidad de Bankia ni de BFA, y no es hasta marzo de 2012 cuando se cuestiona la de BFA, "no la de Bankia", y sólo en relación a dos problemas, la activación de los activos fiscales diferidos y la pérdida relacionada con la salida a Bolsa.

Además, los miembros de los comités de auditoría de Bankia y BFA no recibieron los comunicados de Casaus, que sólo se dirigían a los respectivos presidentes, Alberto Ibáñez y Ángel Acebes.

Lo que planteaba Casaus es "que vienen curvas, que hay que ponerse el cinturón, pero nada más", ya que los deterioros futuros no pueden estar en las cuentas y no se pueden llevar a pérdidas anticipadas, ha añadido.

En cuanto a Francisco Celma, que fue auditor de Caja Madrid y posteriormente de BFA y Bankia, es evidente que tenía que conocer mejor que nadie los números, pero como testigo de la Fiscalía "habla de una especie de conspiración para evitar que pueda llevar a cabo la auditoría de los estados contables de 2011", ya que se le priva del acceso al conocimiento de esos deterioros ocultos.

Si bien inicialmente la Fiscalía Anticorrupción no acusaba a Araceli Mora, en la presentación de su informe final amplió su imputación y solicita para ella un año de prisión sustituible por multa.