UGT y USO han cifrado en un 100 % el seguimiento de los paros convocados en la empresa de repostaje de combustible en aviones Spanish Intoplane Services (SIS), controlada por Cepsa, en los turnos de madrugada y mañana teniendo en cuenta los empleados que no estaban afectados por los servicios mínimos.

Los paros parciales, convocados por ambos sindicatos en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Bajaras, comenzaron a las 3:00 de la madrugada y se espera que se prolonguen hasta el próximo 31 de agosto, ha señalado UGT a Efe.

Los turnos afectados por los paros, que se han desarrollado de 3:00 a 5:00 y de 10:00 a 12:00, no han repercutido en los vuelos programados, según los sindicatos.

UGT y USO han asegurado que esta primera jornada de huelga ha sido secundada por la totalidad de los trabajadores que podían hacerla en el turno de madrugada y no ha afectado a ninguna operación.

USO ha afirmado que en esa franja horaria "no había ningún vuelo programado".

En el paro matinal, de 10:00 a 12:00 la participación ha sido, de nuevo, del 100 % de los trabajadores y, aunque no ha afectado a ninguna operación, desde UGT afirman que la empresa está "forzando a los trabajadores" y "presionándoles" para aumentar el ritmo de trabajo en sus tareas de repostaje.

"Desde UGT respetamos los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Industria, pero consideramos que quién no respeta las normas del juego es la empresa", ha afirmado el secretario sectorial de UGT-Fica en Madrid, Álvaro Recio, que considera que forzar a los trabajadores "podría resultar peligroso".

Sin embargo, USO indica que los servicios mínimos de la huelga son "abusivos", por lo que es difícil que algún vuelo pueda sufrir cancelaciones o retrasos.

Industria ha fijado unos servicios mínimos que abarcan el 100 % de los vuelos a Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, el 50 % de los trayectos de más de 500 kilómetros o de una duración superior a las 5 horas de vuelo, y el 25 % de rutas de menos de 500 kilómetros o de una duración inferior a las 5 horas, según USO.

Según avanzaron los sindicatos, los paros parciales serán de dos horas por turno los jueves y los sábados de cada semana ante la falta de avance en la negociación del convenio colectivo de la empresa.

La huelga, que afecta a un total de 66 trabajadores y está prevista hasta finales de agosto, ha sido convocada ante las dificultades de llegar a un acuerdo con la empresa, que ha propuesto a los sindicatos una subida salarial del 1,5 %, que ha sido rechazada.