Bruselas, 9 jul (EFECOM).- La ministra de Economía española en funciones, Nadia Calviño, afirmó este martes que una tasa al sector de la aviación que grave el queroseno utilizado como combustible no es la "primera opción" para España en materia de impuestos medioambientales.

"Nuestro país tiene una serie de características específicas, desde el punto de vista del peso del sector turístico, de nuestro carácter periférico con respecto a Europa, con respecto al peso de las islas en nuestro territorio, que hace que no sea la primera opción cuando estamos pensando en imposición medioambiental por su posible impacto", dijo Calviño.

La ministra se pronunció así en una rueda de prensa tras el consejo de titulares de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) en la que Holanda planteó introducir algún tipo de tasa para gravar las emisiones contaminantes de dióxido de carbono (CO2) del sector de la aviación.

La ministra dijo que este impuesto tendrá que ser valorado por el Gobierno y recordó que de momento no hay ninguna propuesta concreta sobre la mesa a nivel europeo.

Preguntada sobre las medidas fiscales prioritarias en materia medioambiental para España, la ministra defendió que el Gobierno considera que debe abordarse desde una perspectiva "global" y no solo desde el punto de vista impositivo.

En este sentido, dijo, que el Gobierno tendrá que ver qué asuntos deben ser abordados a nivel nacional y cuáles a escala europea para encontrar la mejor articulación.

En el ámbito europeo se están debatiendo medidas ligadas a la protección del medio ambiente que permitan obtener recursos propios para el presupuesto comunitario, como una contribución de los países en función de lo que ingresen con el sistema de comercio de derechos de emisiones (ETS), un nuevo impuesto sobre el carbono o una aportación basada en la producción de deshechos plásticos no reciclables.

"En el caso español necesitamos más trabajo técnico antes de pronunciarnos por una u otra de las opciones", dijo Calviño tras laa reunión.

Durante el debate España ha insistido en la necesidad de "explorar con carácter urgente" la creación de un sistema estabilizador en la frontera, en concreto, una tasa en la frontera al CO2, que permita garantizar una competencia justa entre las empresas europeas, sujetas a estrictos requisitos de reducción de emisiones, y las de terceros países.

La introducción de este tipo de mecanismos en la frontera es una reivindicación de algunos sectores, como el siderúrgico, que se quejan del coste que tiene competir con importaciones que llegan de países donde los productores no cumplen las mismas obligaciones medioambientales y, por tanto, no asumen el gasto que conllevan.

Asimismo, Calviño ha puesto sobre la mesa el impuesto sobre los gases fluorados que existe en España, pero no en otros Estados miembros, afirmó.

Francia, por su parte, anunció que a partir de 2020 aplicará una ecotasa de hasta 18 euros a los vuelos que despeguen de Francia, salvo los que vayan a Córcega y a los departamentos de ultramar y en los que hagan correspondencia.

Holanda y Bélgica han impulsado el debate sobre los gravámenes a la aviación en el seno de la UE desde principios de año.

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