Belén Molleda

Android o IoS en un mercado cambiante, en el que pueden surgir competidores, como ocurrió en su día con los que usaron Nokia y Blackberry y al que mira Huawei, que podría lanzar un sistema propio.

Tras el veto de las tecnológicas estadounidenses, entre ellas Google, a Huawei, la compañía china ha anunciado que seguirá "construyendo un ecosistema de software seguro y sostenible", lo que se traduce en la elaboración de un sistema operativo propio, como ya avanzó uno de sus directivos el pasado marzo, aunque de momento la compañía no aventura una fecha de salida.

En medios internacionales, como el tabloide chino Global Times, incluso ya se ha anticipado el nombre de este sistema que "gradualmente" sustituirá a Android y que se llama "HongMeng OS", una información que la compañía no ha confirmado.

Al margen de cómo se llame ese nuevo sistema de Huawei, o incluso si se lanza finalmente o no, lo cierto es que el mercado no siempre ha estado ocupado por IoS y Android, anteriormente, surgieron otros dispositivos con sistemas distintos que también fueron un éxito, tales como los que usaron Nokia o Blackberry.

Por eso no es descabellado pensar que el nuevo sistema que está probando Huawei sea "factible", explica a

En la actualidad, la mayoría de los teléfonos del mundo funcionan con el sistema operativo Android, un 74,85 % de ellos, mientras que iOS, un 22,94 %, según un estudio de Statcounter, con fecha de abril de 2019.

Solo un 1,67 % de los móviles utiliza un sistema operativo distinto a estos dos que acaparan el mercado, que son KaiOS, Windows y Samsung.

En Europa la proporción no varía mucho: un 72,71 % utilizan Android y un 26,23 % iOS y, en España tampoco, aunque la balanza se inclina más hacia Andrid, utilizado por el 79,86 % de los dispositivos, frente al 19,8 % iOS.

En España, también funcionan sistemas operativos como Windows, Samsung, Linux y Playstation, aunque no acaparan ni el 0,40 % del mercado.

Fernando Suárez recuerda la experiencia pasada de Microsoft, cuando adquirió Nokia, con la que nunca llegó a tener un sistema operativo competitivo. Sin embargo, "el mercado en un tiempo breve puede dar un vuelco".

Dado el potencial de Huawei, el número de móviles vendidos, su implantación en el mercado chino y el apoyo que se espera que tenga del gobierno del gigante asiático es factible que prospere una iniciativa de estas características. "Otra cosa es que sea fácil", señala este ingeniero, teniendo en cuenta que probablemente su salida no será inminente.

Además, sería necesario que se desarrollaran aplicaciones específicas para este nuevo sistema operativo y, para ello, tiene que haber mercado suficiente, opina.

"Anticipar lo que va a pasar no es fácil, ya que estamos ante un veto sin precedentes que afecta a nivel mundial", en el que Europa se ve también perjudicada aunque aquí ejerce de mero espectador. "Digamos que tiene voz pero no voto".

Mientras tanto, que los móviles de Huawei no puedan acceder a las nuevas actualizaciones de Android tendrá un efecto en su rendimiento y la seguridad. "Es como si tienes un equipo de Windows XP, sigue funcionando pero es antiguo y está expuesto a vulnerabilidades", compara.