José Carlos Rodríguez

Madrid, 19 may (EFECOM).- El creciente número de colisiones entre aves y aviones en los aeropuertos españoles en los últimos años ha elevado la preocupación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que asegura que en 2018 se registraron 2.214 incidentes de este tipo, lo que supone "un grave peligro" para la aviación.

En 2017, en los aeropuertos españoles se produjeron 2.101 colisiones con aves, 104 ingestiones y 49 cuasi-colisiones, lo que elevó a 2.254 los sucesos relacionados con golpes de aves, cifra que se vio reducida en un 5 % en 2018.

Sin embargo, el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) calcula que entre 2014 a 2017 se registró un aumento del 30 % en los incidentes con aves y otras especies.

-¿Qué pueden causar estos impactos en los aviones?

Según ha afirmado en una entrevista con Efe el vicedecano de COPAC, Carlos San José, los impactos pueden ocasionar daños "graves" en aviones que provocan incluso la suspensión de vuelos o aterrizajes de emergencia.

Recuerda casos muy mediáticos como el ocurrido en 2009, cuando una aeronave de US Airways tuvo que hacer un amerizaje sobre el río Hudson tras perder sus dos motores al colisionar con una bandada de gansos.

-¿Cómo se pueden mitigar?

"El problema de la fauna está empezando a tomar unas magnitudes preocupantes", ha asegurado el vicedecano de COPAC, que pide "mayor implicación" de organismos locales, autonómicos y nacionales ante la "limitada" y a veces "ineficaz" capacidad de los aeropuertos para implementar este tipo de medidas debido a la falta de competencias y medios.

De hecho, considera que se deberían aplicar medidas coordinadas con organismos públicos para garantizar una gestión medioambiental compatible con la aviación, ya que el riesgo no está solo en el área de aproximación final o en el de despegue, sino en un perímetro amplio dado que las maniobras de aterrizaje comienzan a 30 o 40 km de la pista.

-¿Cuándo y dónde son más frecuentes este tipo de impactos?

Según ha explicado el COPAC "las fases críticas" son el despegue y el aterrizaje, cuando el avión se ve "más comprometido" y tiene menos posibilidades de variar su trayectoria.

Según los datos de Airbus recopilados por el sindicato de pilotos Sepla, en torno a un 40 % de los impactos se produce en los motores del avión, otro 40 % en el morro y parabrisas y un 7 % en las alas.

-¿Cuáles son las especies que más chocan contra los aviones?

Son aves de gran porte como buitres, gaviotas, cormoranes o cigüeñas, aunque también hay más pequeñas que van en bandadas como los estorninos o incluso animales terrestres como conejos, zorros o corzos.

-¿Cómo se prepara el sector ante este tipo de impactos?

A pesar de que los aviones están homologados y los fabricantes hacen pruebas "disparando con un cañón pollos congelados tanto a los parabrisas como a los motores", según San José nunca se puede garantizar "una seguridad absoluta".

Ante el creciente número de casos, AESA presentó en octubre un mapa de fauna interactivo de los aeropuertos con información sobre animales en los entornos aeroportuarios y posibles medidas de mitigación, como el uso de halcones o perros, drones, láseres y pirotecnia, vallados o vigilancia, ente otros.

Además, está en fase de desarrollo una técnica con luces LED intermitentes, según ha explicado el experto del Sepla Francisco Cruz, que explica que la presencia de fauna se puede deber a factores como la ganadería, la cercanía de vertederos, bosques naturales o migración de aves, entre otros.

-¿Qué medidas adopta Aena para minimizar el riesgo?

Además de comprobar el estado de pista y hacer rondas de observación de posible presencia de fauna, lleva a cabo medidas preventivas de gestión de hábitat (reposición de vegetación, siegas o eliminación de grietas en edificios para evitar nidos de aves), así como refuerzos del vallado para evitar la entrada de animales.

Para las aves se utiliza también la cetrería. De hecho, el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuenta con este servicio -creado por Félix Rodríguez de la Fuente- desde hace más de 40 años y emplea aves de presa adiestradas.

- ¿Qué hacer en caso de impacto?

Dado que en un 90 % los impactos se producen cuando el avión está a una altitud inferior a los 150 metros, según el Sepla lo primero es asegurar la nave, notificarlo a la torre de control y evaluar los daños y los restos que hayan podido caer a la pista.

El proceso de toma de decisiones variará en función de la velocidad del avión, la meteorología, el combustible o el daño.

-¿Cuál es el coste de estos incidentes?

Además de los riesgos, presentan un "coste elevado" para las aerolíneas, que deben afrontar reparaciones o revisiones, cancelaciones de vuelos, indemnizaciones, o tener las aeronaves inoperativas.

Por poner un ejemplo, el experto del Sepla indica que en el caso de Estados Unidos las colisiones con la fauna costaron a la Aviación Civil Norteamericana más de 650 millones de dólares al año.

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