Madrid, 15 may (EFECOM).- Urbas Grupo Financiero cerró el primer trimestre con un beneficio neto de 0,3 millones de euros, frente a los 0,36 millones que perdió un año antes, apoyada en la mejora de su situación financiera, ha informado este miércoles la promotora.

Los ingresos bajaron el 90 %, hasta 131.000 millones, por la ausencia de la venta de suelos, en tanto que el resultado bruto de explotación (ebitda) arrojó un saldo positivo de más de un millón de euros, frente a las pérdidas de 0,47 millones del primer trimestre de 2018.

En las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Urbas explica que está intentando obtener acuerdos de refinanciación con las entidades que integran su pool bancario, así como de las posiciones con Sareb y Goya Debtco DAC, negociaciones que han permitido una significativa mejora de su situación financiera.

"Con estas nuevas bases, se han generado los recursos necesarios para la gestión de la nueva actividad, que se diversificará y aumentará respecto a la de ejercicios anteriores, dando lugar todo ello a unas economías de escala que redundarán en la mejora del grupo", añade el documento.

La compañía ha asegurado que continuará con su política de contención de gastos generales y financieros, así como con la reducción de su deuda bancarias, y, por tanto, de los gastos financieros.

Para garantizar el cumplimiento de sus compromisos económicos y la continuidad de la actividad, considera necesario seguir con la reducción del pasivo no financiero a través de nuevas ampliaciones de capital mediante compensación de créditos.

Además, aboga por reducir su pasivo financiero por medio de daciones en pago o ejecución extrajudicial y por la línea de la refinanciación de deuda vencida sin que ello genere un mayor coste añadido.

"Asimismo, si no se materializan los riesgos existentes sobre el sector inmobiliario, se espera iniciar los estudios para el relanzamiento de la actividad promotora", añade Urbas.

A 31 de diciembre de 2018, la deuda vencida y pendiente de cobro con entidades financieras era de 58,6 millones de euros, y mantenía una deuda con la Sareb de 44,8 millones, cantidad que podría ser exigida por incumplimiento de las condiciones contractuales.

La deuda vencida y pendiente de pago con fondos era de 33,9 millones, a los que habría que añadir 29,5 millones de euros que podrían ser exigibles por parte de Goya Debtco por incumplimiento de contrato.