San Fernando de Henares (Madrid), 23 abr (EFECOM).- El exjefe del grupo de Inspección del Banco de España en Bankia Pedro Comín ha negado este martes en la Audiencia Nacional que se dulcificaran los informes sobre la entidad que realizó su equipo de inspectores, los cuales "expresaban libremente" unas valoraciones por las que el organismo tenía "un respeto absoluto".

Comín, que ha comparecido en calidad de testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, ha relativizado las críticas vertidas por el inspector José Antonio Casaus tanto en el momento de la fusión como en el salto al parqué, y ha matizado que dichos correos como opinión pueden "estar bien, pero no es estrategia".

Respecto a las comunicaciones remitidas por Casaus a sus superiores entre abril y mayo de 2011, apenas meses antes de la operación, el antiguo jefe del grupo ha insistido en que hablan de una "viabilidad cuestionable" de la matriz, BFA, "no de inviabilidad".

"Si no hubiera sido viable, hubiéramos movido cielo, tierra, mar y aire", ha apuntado.

Por ello, aunque "está muy bien el desahogo" de Casaus máxime al ser sus "ojos" en la entidad, "cuando se hace un informe se hace un análisis mucho más fino", ha defendido Comín, que en repetidas ocasiones ha cuestionado las advertencias del inspector por falta de rigor.

En su opinión, "se ha dado mucha importancia a los correos" cuando "mucho" de lo que contemplan "está recogido en los informes de seguimiento", como la estructura de doble banco.

Previamente, el que fuera jefe del grupo de Inspección hasta septiembre de 2011 se ha referido al correo escrito por Casaus durante la fase de integración de las siete cajas, en el que cifraba en 8.000 millones de euros las necesidades de saneamiento para Caja Madrid, frente a los 4.000 millones de los que hablaba el informe de inspección.

"No es que no se tuvieran en cuenta, sino que hubo otros elementos que tenían más rigor", ha aclarado Comín.

El interrogatorio más extenso ha sido una vez más el de la Fiscalía Anticorrupción, que pide para los antiguos gestores de Bankia (Rodrigo Rato, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú) entre cinco años y dos años y siete meses de cárcel por supuesta estafa a inversores.

Un delito al que las acusaciones particulares y populares, que también cargan contra una treintena de exdirectivos del banco y el socio auditor, para los que piden hasta doce años de prisión, añaden el de supuesta falsedad contable.

Comín, que llegó a figurar como investigado en la recta final del caso antes de ser apartado del procesamiento por el juez Fernando Andreu, ha avalado además el modelo de contabilidad que siguieron las cajas a la hora de integrarse, tal como hizo en la víspera el exdirector de Inspección Pedro González.

En este sentido, ha puntualizado que de haber cargado la pérdida esperada contra resultados y no contra reservas "se habría creado una alarma" innecesaria en el sistema financiero español.