Yakarta, 12 abr (EFECOM).- Indonesia, que celebrará elecciones el próximo domingo, podría convertirse en la cuarta economía más grande del mundo en 2030, según las previsiones más optimistas, pero se enfrenta a enormes obstáculos como la falta de infraestructuras.

El próximo 17 de abril los indonesios votan en elecciones presidenciales y legislativas el gobierno que tratará de aprovechar el potencial de un archipiélago rico en recursos naturales y situado en una estratégica encrucijada comercial.

Para el economista Mighel Chanco, de Pantheon Macroeconomics, la oportunidad para el país asiático en los próximos años es clara, ya que "el futuro de la economía mundial pertenece a Asia", pero advierte de que "aún está por determinar el papel que jugará Indonesia".

Indonesia, con 268 millones de habitantes, es el cuarto país más poblado del mundo, pero su economía de más de un billón de dólares actualmente ocupa el decimosexto puesto y necesitaría crecer hasta los 10 billones para alcanzar el cuarto lugar por debajo de China, India y Estados Unidos, según estimaciones de Standard Chartered Plc.

Chanco se pregunta si la próxima administración logrará llevar el crecimiento económico anual más allá del 5 % de media en el que se ha estancado desde que el presidente, Joko Widodo, asumió el cargo en 2014.

"5 % sencillamente no es suficiente para un país del tamaño y potencial de Indonesia", señala Chanco en conversación telefónica con Efe.

Widodo, conocido popularmente como Jokowi, prometió un crecimiento económico del 7 % en la campaña electoral de 2014.

El líder de la oposición y candidato presidencial, el exgeneral Prabowo Subianto, ha hecho de la economía uno de los focos de la campaña electoral y ha acusado a Jokowi de malgastar los recursos nacionales y vender Indonesia a las multinacionales extranjeras.

A pesar de no cumplir con su promesa de crecimiento, Jokowi ha situado a tecnócratas en puestos clave como el ministerio de Finanzas o el Banco de Indonesia que se han ganado la confianza del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a la hora de gestionar la política fiscal y monetaria.

Sin embargo, expertos de organizaciones financieras y económicas internacionales y locales aseguran que el país emergente necesita reformas estructurales de peso para lograr el crecimiento económico que permita alcanzar este objetivo.

Expertos consultados por Efe aseguran que para lograr crecimiento y creación de empleos para la clase media, Indonesia debe solucionar las carencias todavía existentes en materia de infraestructuras, capital humano y financiación.

El Banco Mundial estima en 1,5 billones el capital necesario para financiar la necesidad de infraestructuras, una de las carencias más importantes en esta nación compuesta por más de 17.000 islas.

Para apreciar dichas carencias en Indonesia, no hace falta salir de la capital, Yakarta y su conurbación urbana, una megalópolis de más de 30 millones de habitantes que no inauguró su primera línea de metro hasta el pasado marzo.

El infernal tráfico de la capital, en el que a menudo sólo las motocicletas pueden avanzar entre el mar de vehículos y transporte público, hace perder al Estado 65 billones de rupias (4.600 millones de dólares o 4.050 millones de euros) cada año, según alertó el propio presidente hace un año.

Otro de los puntos débiles es el coeficiente de recaudación tributaria en relación al PIB, que es inferior al 11 % de media en los últimos años y al de otros países de la región, según el economista y aliado político de Prabowo Subianto, Didik Junaidi Rachbini.

Indonesia ha logrado capear presiones externas e inflacionarias como el encarecimiento del crudo y la bajada en los precios de exportaciones clave para el país asiático, como el aceite de palma, pero se enfrenta a un futuro lleno de retos, gane quién gane las elecciones del domingo.