Bruselas, 10 abr (EFECOM).- El nuevo marco de la Unión Europea (UE) para el control de inversiones extranjeras en su territorio entró este miércoles en vigor para "salvaguardar la seguridad y el orden público" en Europa de la influencia de empresas de países como China, indicó la Comisión Europea en un comunicado.

Este instrumento creará un mecanismo de cooperación en el que los Estados miembros y la Comisión podrán intercambiar información y comunicar las dudas que les plantean determinadas inversiones específicas.

Asimismo, permitirá a la Comisión emitir dictámenes cuando una inversión suponga una amenaza para la seguridad o el orden público de más de un Estado miembro, o cuando una inversión pueda socavar un proyecto o un programa de interés para el conjunto de la UE, como Horizonte 2020 o Galileo.

Fomentará también la cooperación internacional en el control de las inversiones, incluido el intercambio de experiencias, buenas prácticas e información sobre cuestiones de interés común.

Igualmente, establecerá determinados requisitos para los Estados miembros que deseen mantener o adoptar un mecanismo nacional de control, mientras que éstos seguirán teniendo la última palabra a la hora de decidir si una determinada operación de inversión debe autorizarse en su territorio.

Por último, tendrá en cuenta la necesidad de operar con plazos cortos que respondan a las necesidades de las empresas y respetando unas estrictas condiciones de confidencialidad.

Los Estados miembros tendrán que notificar a la Comisión desde este miércoles sus mecanismos nacionales de control de inversiones (por el momento, 14 Estados miembros cuentan con ese tipo de instrumentos).

En los próximos 18 meses, la Comisión y los Estados miembros "darán los pasos necesarios par garantizar que la UE pueda aplicar completamente la regulación de control de inversiones para el 11 de octubre de 2020", subrayó el Ejecutivo comunitario.

Bruselas subrayó que la Unión Europea tiene "uno de los regímenes de inversiones más abiertos del mundo", y recordó que es el principal destino de inversión directa extranjera, la cual acumuló 6,2 billones de euros a finales de 2017 y dio empleo directo a 16 millones de europeos.

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