Albacete, 21 mar (EFECOM).- El secretario general de UGT, José María Álvarez, ha defendido hoy la necesidad de que el Estado español recupere el "peso político" en el consorcio europeo de Airbus y, en particular, para que la planta en Albacete de Airbus Helicopters vuelva a contar con líneas de montaje de helicópteros.

Un hecho que viene determinado por la decisión de la compañía de trasladar esas líneas a fábricas de otros países y dejar en Albacete el ensamblaje de determinadas piezas.

Así lo ha planteado Álvarez antes de visitar este jueves la factoría de Albacete para participar en una asamblea de trabajadores, en atención a los periodistas junto a Pedro Hojas, secretario general de la Federación de Industria; Carlos Pedrosa, secretario regional de UGT CLM, y Sergio Medina, presidente de la Sección Sindical de UGT, en la fábrica albacetense, donde se emplean unos 450 trabajadores.

El líder nacional de UGT ha dicho que las decisiones tomadas por Airbus Helicopters en España y Albacete son la muestra de que "en los últimos años el Estado español ha ido perdiendo peso político" en el consorcio europeo de Airbus.

Un problema que, ha aclarado, se ha planteado "como sindicato al anterior Gobierno de Rajoy y al actual de Sánchez" pero que sigue sin afrontarse: "El Estado español debe hacer uso del peso que tiene, tanto accionarial como cliente", ha defendido.

UGT lleva desde 2015 denunciando las intenciones de la compañía de trasladar a Francia la producción del helicóptero NH90, un modelo que tiene al Gobierno español como comprador y para el que hay un nuevo contrato de compra de helicópteros que se montarán ya en el país vecino.

Álvarez ha avanzado que no se descartan futuras movilizaciones y que también tienen en cartera "plantear que se retome la presencia en el Consejo de Administración de Airbus en el momento que haya nuevo Gobierno en España".

Por último, ha advertido a la compañía de que la organización apoya los planteamientos de sus delegados en Albacete: "No vamos a aceptar ninguna falta de reconocimiento, la dirección no puede discriminar a nadie porque no le guste, ya que eso forma parte del pasado, de las empresas más rancias", ha concluido.