La Haya, 27 feb (EFECOM).- El sindicato de pilotos holandés (VNV) reconoció este miércoles que la adquisición del Estado holandés de un 12,68 % del grupo aeronáutico Air France-KLM "es un mensaje de desconfianza en el socio francés", pero "no es una declaración de guerra" a Francia.

Un portavoz del sindicato explicó que las reacciones de los pilotos de la filial holandesa KLM son en general positivas, y consideran este paso como "una medida preventiva y una forma de contrarrestar a los franceses", porque KLM "debe ser tan importante como Air France en términos de empleo y conectividad".

"Claro que si el Estado holandés tuviera mucha confianza en el enfoque francés, no habría dado este paso. Es interesante ver lo que va a hacer Francia ahora", añadió el sindicato.

El ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, justificó ayer esta compra por la "importancia para la economía y el empleo holandeses" tanto en la compañía neerlandesa KLM como en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, donde "miles de empleos están directa o indirectamente relacionados" con el holding.

Hoekstra anunció también la intención de Holanda incluso aumentar esa participación a más del 14 %, en línea con la del Gobierno francés, que cuenta con un 14,3 % desde 2003, cuando las dos aerolíneas se fusionaron.

El Gobierno de La Haya pretende con este paso tener una mayor influencia directa en las decisiones de una de las mayores aerolíneas del mundo a nivel de ingresos.

A pesar de que en general el Ejecutivo holandés tiene respaldo en esta decisión, son muchos los analistas locales que dudan sobre la eficacia real de haber gastado 680 millones de euros en esta adquisición.

En los últimos meses, las tensiones en el seno de Air France-KLM han sido fuertes, sobre todo por la posición de la filial holandesa, escéptica sobre los planes del jefe del holding, Ben Smith, de integrar ambas aerolíneas con programas de vuelo, alianzas y aeronaves comunes.

Una de las preocupaciones del Gobierno holandés es que la administración francesa transfiera vuelos internacionales desde el aeropuerto Schiphol de Amsterdam al de Charles de Gaulle en París.

"Muchas empresas eligen Holanda como su ubicación debido a la buena accesibilidad, que es de gran importancia para una economía muy abierta como la de Holanda. La red de KLM es crucial para esta extensa red de destinos en Schiphol", agregó el ministro holandés.