Renfe ha puesto un marcha un plan estratégico para 2019-2023 en el que prevé elevar sus ingresos el 16 % al final del periodo, hasta los 4.600 millones de euros, y seguir así creciendo a pesar de la previsible entrada de competencia en el segmento de transporte de viajeros a partir de 2020.
La compañía, que a falta del cierre definitivo del ejercicio en 2018 facturó unos 4.000 millones de euros, estima elevar sus ingresos el 30 % respecto a ese año en 2028 y alcanzar los 5.300 millones, ha avanzado este jueves el presidente de la compañía, Isaías Táboas.
Para lograr esos objetivos y salvar la caída de ingresos que previsiblemente conllevará la llegada de competencia, la compañía pondrá en marcha nuevos servicios y centrará sus esfuerzos en su internacionalización y su digitalizacíon.