El grupo francés Alstom y el alemán Siemens han modificado sus concesiones para intentar salvar las reticencias de la Comisión Europea darles la autorización a su fusión, pero sin cambiar el volumen de activos que están dispuestos a vender.
Alstom indicó este lunes en un comunicado que esas modificaciones son resultado del diálogo que han continuado con el Ejecutivo comunitario y para tener en cuenta "las inquietudes manifestadas" a partir de los resultados de los test de mercado que se han llevado a cabo para evaluar las consecuencias de la fusión.
No obstante, precisó que con los cambios en los remedios que están dispuestos a realizar se preservan "los fundamentos económicos e industriales de la transacción".
En concreto, se mantiene sin cambios la cuantía de los activos que ambas compañías cederían para no provocar problemas de distorsión de la competencia, equivalente a "alrededor del 4 % de la facturación" del grupo que resultaría de la unión, en los negocios de señalización y material rodante.
Alstom reconoció que "sigue sin haber certidumbre de que el contenido de esta nueva propuesta será suficiente para responder a las preocupaciones de la Comisión", que debe resolver de aquí al 18 de febrero.
La comisaria europea de la Competencia, Margrete Vestager, señaló el pasado día 21 que sus servicios seguían abiertos a nuevas concesiones de Alstom y Siemens, pero haciendo notar que el tiempo para hacerlo se agotaba teniendo en cuenta el plazo del 18 de febrero.
Vestager, que sin entrar en el contenido explicó que el procedimiento entonces ya estaba "muy avanzado", fue recibida ese día en París por el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que lleva semanas ejerciendo presión sobre la Comisión para que dé el visto bueno a la fusión.